Parece que ninguna calle del barrio de San Pedro de la Fuente es del todo segura para estacionar un vehículo. Los incendios, que tan de cabeza han traído a los vecinos de la calle Emperador, se han comenzado a extender en los últimos días a otras zonas. El pasado viernes, una mujer que había estacionado su vehículo en el descampado de la calle Serramagna se encontró su coche completamente destrozado y con el maletero quemado. Según pudo saber, otra persona había sufrido unos daños similares apenas unos días antes. Algunos residentes sospechan ya de un individuo y han hecho constar su recelo a la Policía Nacional.

Según denuncia Lina, la víctima de este último acto delictivo en el barrio de San Pedro de la Fuente, el autor se cebó especialmente con su vehículo. Cuando fue a por él la mañana del pasado viernes, se encontró con que había quebrado la luna delantera con una piedra grande. La del maletero estaba completamente reventada y dentro había lanzado algo ardiendo para prenderle fuego. Además, pinchó las cuatro ruedas e intentó reventar el resto de cristales con la loseta. Los Bomberos lograron que el turismo no quedase calcinado, aunque de poco sirvió, pues se lo declararon siniestro total.

(Más información, en la edición impresa de este martes de Diario de Burgos o aquí)