Vuelve la tosferina

G.G.U. / Burgos
-

Burgos confirma casos tras dos años seguidos sin contagios. En 2023 se diagnosticó la enfermedad a 12 personas y en lo que va de 2024 ya se ha superado esta cifra, porque el repunte es generalizado. No hay positivos en lactantes

La inmunidad frente a la tosferina se pierde con los años, pero la vacuna protege a los más vulnerables: los bebés. - Foto: Luis López Araico

La tosferina está de vuelta en la provincia, como corrobora el servicio de Epidemiología de la Junta en el último informe de enfermedades de declaración obligatoria, correspondiente al 2023: 12 contagios confirmados tras dos años sin infección alguna. Y aunque del 2024 todavía no hay datos oficiales, en el servicio territorial de Sanidad avanzan que ya se han confirmado más diagnósticos de esta patología de las vías respiratorias que en todo el año pasado.

El repunte de tosferina es generalizado en España -y en buena parte de Europa-, pero en Burgos no ha habido positivos en lactantes ni en bebés de menos de 12 meses.

Los recién nacidos son el grupo de población más vulnerable frente a esta infección bacteriana, porque la primera dosis de la vacuna se administra a los dos meses de vida (junto a la de la difteria y el tétanos) y no les da tiempo a desarrollar inmunidad. Por esa razón, en 2015 se optó por reforzar la protección de los bebés frente a esta patología, que en ellos puede ser mortal, ofreciendo la vacuna a las madres, durante el embarazo. Según la Dirección General de Salud Pública, en Castilla y León secundan esta medida el 90% de las gestantes y la alta cobertura en la administración de las tres dosis de vacuna recomendadas en el primer año de vida -en la provincia, por encima del 95% a pesar del aumento de los rechazos expresos - ha evitado el repunte en la población con más riesgo de complicaciones.

Pero, aunque el calendario vacunal establece un recuerdo a los 6 años, la inmunidad se pierde con el paso del tiempo. Y dado que la bacteria que causa la tosferina (Bordetella pertussis) circula en el ambiente, puede generar picos de contagios a medida que encuentra personas susceptibles de infectarse. La jefa de Epidemiología en Burgos, Cristina Ruiz, explica que «como ocurre con otras enfermedades, la tosferina es cíclica y cada cuatro o cinco años repunta», pero destaca que a diferencia de lo que sucedía antes de 2015, los contagios ahora se confirman «en adolescentes, de entre 12 y 14 años».

(Más información, en la edición impresa de este jueves de Diario de Burgos o aquí)