La demanda de pruebas de imagen se dispara tras la covid

G.G.U. / Burgos
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Radiología del HUBU asume un incremento que ronda el 18% con respecto a 2019, pero arrastra déficit de personal. El alza es más acusado en resonancias y TAC, que se contratarán de nuevo con la privada

Hasta la pandemia, el HUBUhacía menos de 5.000 mamografías al año; ahora rebasa las 6.350 anuales. - Foto: Valdivielso

La demanda de pruebas diagnósticas mediante imagen aumenta en Burgos desde la inauguración del HUBU, hace doce años, pero lo que era un alza sostenido se ha disparado desde la pandemia por coronavirus. Así se comprueba en los datos oficiales de la Consejería de Sanidad, que evidencian que la petición -y la realización- de estudios de este tipo se incrementa por miles cada año. En cifras concretas, puede decirse que la carga de trabajo de Radiología es un 18,4% más alta que antes de la crisis sanitaria, con especial magnitud en las mamografías (se hacen un 32,6% más), los escáneres (TAC, se hacen un 27,3% más) y las resonancias magnéticas (se hacen un 16,8% más). 

Y, aún así, no es suficiente; la lista de espera para estos estudios diagnósticos es elevada (seis meses, de media, para una resonancia magnética, por ejemplo, según datos oficiales de finales de junio) y la gerencia del hospital planificó a comienzos de año una nueva externalización de ecografías, resonancias y escáneres (TAC) que pensaba licitar para el verano, como en años previos, pero cuya contratación no ha empezado todavía. Y a esto se añade que hay ampliación de jornada y que el personal de Rayos cita a pacientes en lista de espera incluso los fines de semana. Pero la presión asistencial sigue aumentando y, en menor proporción, también la lista de espera.

Esta circunstancia se explica, en parte, porque Radiología arrastra un déficit de especialistas desde antes de la pandemia (al menos, desde 2018) que la dirección del hospital tildaba de «crítico» el otoño pasado y que este periódico ha intentado cuantificar con cifras exactas sin éxito. Es decir, la dirección no ha especificado cuántos radiólogos faltan en este momento en el servicio para completar una plantilla que, en teoría, debería estar integrada por 29 facultativos. Son tres más de los que el HUBU podía contratar justo antes del estallido de la crisis por el coronavirus, lo cual evidencia también que la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) reconoce el importante incremento de la carga de trabajo en este servicio. 

Pero, como ocurre en la mayoría de las especialidades del HUBU, una cosa es lo que pone en la plantilla orgánica -el número máximo de contrataciones autorizadas- y otra la realidad. Porque entre 2021 y 2026 están previstas siete jubilaciones de radiólogos, a las que hay que añadir bajas, excedencias y reducciones de jornada. Y, frente a esta situación, una falta generalizada de especialistas en España, que conlleva que no haya bolsas de trabajo a las que recurrir para paliar una situación que, desde hace años, obliga a repartir un trabajo al alza entre menos especialistas. 

En total, Radiología hace ahora 12.258 estudios diagnósticos más que en 2019: 78.572 en 2023, según Sacyl. Y sin contar radiografías simples, que suman cientos de miles.