El Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) hizo publicas ayer dos nuevas declaraciones de impacto ambiental desfavorable que afectan a los parques eólicos Pico de la Iglesia y Loma de la Cuesta Quemada por los graves efectos negativos que hubieran causado sus 26 aerogeneradores en los montes de Medina de Pomar, la Merindad de Cuesta Urria y el Valle de Losa. Con este nuevo varapalo a los planes de las empresas eólicas en la comarca ya son siete los proyectos que han sido rechazados desde 2022 tras los duros informes del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Hubieran sumado 78 aerogeneradores de casi 200 metros de altura a los más de 300 que ya funcionan en la comarca en los catorce parques autorizados entre los años 2000 y 2006.
Mientras, otros cuatro proyectos interesados en ubicarse en el Valle de Losa, Villalba de Losa, Valdebezana, Villarcayo y Espinosa de los Monteros tan solo han presentado la documentación relativa al trámite de competencia con otras empresas y no han avanzado en el resto de la tramitación. Otros dos, con la vista puesta en terrenos del Valle de Losa, Valle de Mena y la Junta de Traslaloma han avanzando la documentación inicial, pero aún no han presentado su Estudio de Impacto Ambiental. Así pues, todos los proyectos que han tratado de pasar el filtro ambiental han caído.
El Miteco argumenta que el parque eólico Pico de la Iglesia, que hubiera afectado «mayoritariamente a zonas forestales boscosas» de las pedanías de Bóveda de la Ribera y Valmayor, «puede producir efectos negativos relevantes sobre la vegetación con ejemplares de fresno y orquídeas de flora protegida, entre otros, así como sobre Hábitas de Interés Comunitario (HIC) compuestos por brezales, hayedos, robledales o encinares y montes de utilidad pública».
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