Después de un mes de su rehabilitación, los usuarios y usuarias de las piscinas municipales de El Plantío denuncian que existen carencias. Algunas de ellas, presentes en el mobiliario esencial, como asientos para cambiarse de ropa o colgaderos para colocar las toallas. Otro problema con el que están a disgusto es que el desagüe de los vestuarios femeninos no funciona en condiciones. La reforma del edificio de vestuarios dio comienzo a principios de año, el 24 de enero ya se encontraba la empresa Hermanos Rubio Grupo Constructor Herce manos a la obra con la rehabilitación. Sin embargo, después de seis meses y más de un millón de euros invertidos por el Ayuntamiento de Burgos, con la ayuda de la Unión Europea, el resultado deja mucho que desear a ojos de los asistentes de las piscinas.
Una de las usuarias de las piscinas municipales, Ana de Pablo, considera que falta mobiliario, como espejos en los secadores o perchas. Además destaca la poca cantidad de cabinas individuales que han incluido en los vestuarios. «Hay algunos bancos comunes, donde se supone que tienes que cambiarte, que se ven desde la calle y cualquiera que pase andando te puede ver» y concluye con que todavía queda por hacer para dar por finalizada la obra.
«Creo que toda reforma es buena, pero falta algún detalle, como algo donde apoyar la ropa al cambiarse en los vestuarios individuales y en las duchas», afirma Marta Gutiérrez, una burgalesa que suele acudir por las mañanas con sus tres niños para que puedan disfrutar del tobogán de la piscina más grande. «Preferimos venir por las mañanas porque por la tarde hay demasiada gente y está todo más sucio» y comenta que el desagüe de las duchas en ocasiones se atasca y se inunda el espacio de los vestuarios dedicados a las mujeres.
Esta misma reclamación ha trasladado Esther Guinea, una joven que ha ido durante el verano varias veces a refrescarse a estas piscinas, «siempre están inundados y normalmente muy sucios». Además, considera que no son suficientes el número de papeleras de las que se disponen. Por otra parte, su pareja David Renuncio afirma que en el vestuario masculino se dispone de demasiado espacio muerto y que, a pesar de ser muy amplio, se encuentra poco aprovechado.
Sobre los vestuarios de hombres, Enrique Díez, padre que también suele nadar en las piscinas del Plantío con su hijo Diego Díez, echa «en falta un espacio para sentarse en las cabinas individuales, igual no está del todo terminado», aunque sí que valora el buen orden y limpieza del espacio y las taquillas que se han incorporado. Para él, en general está todo bien.
La diversidad de opiniones de los usuarios coinciden en el mismo punto: aun queda mobiliario por incluir y un desagüe que arreglar.
La rehabilitación. El Ayuntamiento invirtió en este proyecto de reforma y acondicionamiento de vestuarios y duchas, así como de mejora de su accesibilidad y restauración del edificio, un total de 1.0446.577 euros, de los cuales fueron financiados por la Unión Europea unos 741.743 euros.