Las ventas de turismos y todo terreno en Burgos terminarán el año en positivo, superando el balance del ejercicio precedente y pese a la situación de gran incertidumbre y transformación que vive el sector automovilístico a nivel europeo y que se extenderá, de entrada, a los primeros meses de 2025. El mercado está cambiando y una prueba de ello es que el 6,2% de las matriculaciones en la provincia, 216 vehículos de los 3.494 comercializados hasta noviembre, se han fabricado e importado desde China.
La oferta de marcas y modelos se está ampliando a marchas forzadas y, dentro de la misma, hay algunos que experimentan más ventas y otros que descienden. Entre estos últimos, están los modelos eléctricos que, lejos de responder a una adaptación del mercado hacia la movilidad descarbonizada, sus ventas han entrado en negativo en los últimos meses (-1,63%) y sus matriculaciones en la provincia están por debajo de las de los modelos chinos de nueva implantación.
«Hay una acumulación de vehículos eléctricos de las grandes marcas porque no se están vendiendo en los volúmenes previstos», explica Carlos Arce, presidente de los concesionarios de Burgos (Aconauto), que lamenta que una situación advertida por los comercializadores desde hace años se haya hecho realidad sin poner remedio antes.
Ahora, a las dudas en torno a qué tipo de automóvil comprar, se suma un aluvión de malas noticias por parte de los principales fabricantes europeos (anuncios de cierres de plantas, ralentización de las producciones, ERTE en sus proveedores...) conocidas durante las últimas semanas.
Dicho esto, en el acumulado del año se han matriculado 3.494 turismos y todo terrenos hasta noviembre, lo que supone un crecimiento del 7,24% con respecto al mismo periodo del año anterior.
La previsión, apuntan desde Aconauto, es que el año mantenga estos crecimientos y termine en positivo, aunque lejos de las ventas previas a la pandemia. Para hacerse una idea, en 2018 se comercializaron 6.830 turismos y todo terrenos en Burgos y en 2019, que fue considerado entonces como un año «malo», se alcanzaron las 5.900 operaciones en Burgos, muy por encima de las que se harán en este 2024.
«El objetivo de las marcas tradicionales es ser ahora lo más competitivas posibles, no se pueden permitir el lujo de producir más de lo que van a vender», reflexiona Arce, máxime cuando la industria automotriz europea está sobredimensionada en capacidad de fabricación y de plantillas con respecto al comportamiento del mercado. «En Europa se fabrican marcas propias y cada vez entran más marcas chinas».
Las marcas de automóviles provenientes de China han multiplicado por tres su presencia en el mercado español desde 2021. Actualmente, y pese a la tensión arancelaria desatada desde Europa para parar este desembarco, alcanzan las 23 enseñas y ya superan los 40.000 vehículos matriculados en lo que va de año. Solo en Burgos se comercializan (con ventas) 10 marcas originarias del gigante asiático, según recogen los balances de Anfac, la patronal de los fabricantes de automóviles y camiones.
Suman 216 matriculaciones hasta noviembre, la mayor parte de ellas correspondientes a MG (seguida de lejos por Omoda), cuando en el año precedente eran testimoniales. Su secreto está en los precios mucho más asequibles que el de las alternativas europeas y en la amplia gama de modelos a elegir, también en el segmento eléctrico.
Cambios. El panorama que se abre ante los concesionarios es difícil de predecir. El presidente de Aconauto apuesta por la «convergencia» de marcas dentro de una misma estructura empresarial. «El crecimiento de los concesionarios va a ser difícil en este contexto, la mayoría apostaremos por la estabilidad».
Arce está convencido de que el coche eléctrico acabará entrando en el mercado, respondiendo así al gran esfuerzo que están haciendo las principales marcas en su desarrollo y fabricación y a la competencia china. «Hacen falta ayudas públicas directas y una apuesta clara del Gobierno de España y de Europa por este cambio. En juego está la propia industria europea y también la española. China ya está ayudando a la compra de coches fabricados en su país».
Se han superado los tiempos de espera y los problemas de suministro de piezas de la postpandemia. Ahora se apuesta por la simplificación de la configuración de los modelos, reduciendo el número de opciones y facilitando su fabricación.
La DANA. La catástrofe medioambiental de Valencia ha eliminado 120.000 vehículos de las carreteras en apenas horas. Este agujero aún no ha tenido aún un impacto directo en la red de concesionarios local, salvo en el ámbito de la segunda mano, donde sí se están produciendo llamadas para atender algunas peticiones desde la zona afectada que no se pueden cubrir con la red valenciana.
Aconauto estima que la demanda de nuevos modelos será escalonada en los próximos meses y dependerá de la agilidad con la que se tramiten los seguros y lleguen a los afectados las ayudas prometidas para la renovación de los vehículos siniestrados.
«Los 120.000 coches siniestrados no se van a traducir en el mismo número de ventas a final de año, será un proceso mucho más lento y escalado en el tiempo y lo último que queremos es mejorar las ventas a costa de una tragedia como la vivida».