Nada más conocer la orden de cierre de los gimnasios desde el viernes, Alba García, directora general de la cadena Altafit, echó un vistazo a la hoja de accesos a su centro de Pentasa durante el mes de octubre. «Hemos tenido 3.000 visitas más que en septiembre, la gente ve que somos una instalación segura al tomar todas las precauciones y medidas que indica elGobierno y sigue viniendo», lamentó.
En la misma línea se mostró su homólogo enSportia, Víctor Fernández, que recordó los estudios, elaborados por el propioMinisterio de Sanidad, donde se asegura que el 0,28% de los brotes detectados tienen como origen los centros deportivos. «Si tenemos que trabajar con las mismas restricciones que en marzo va a ser muy complicado, pero si se toma un camino algo más laxo tendremos algo de margen de maniobra para salir adelante», reconoció.
El cierre decretado por la Junta se suma a una ya larga lista de imposiciones que los gimnasios han ido adoptando durante los últimos meses: la última fue la imposición de la mascarilla obligatoria siempre que se practique deporte en un recinto cerrado, una acción que no ha detenido la llegada de clientes. «Era lo que esperábamos pero aún así estamos en shock.Lo hemos recibido (el anuncio) bastante mal y ya estamos empezando a preparar cómo vamos a llevarlo», aseguró García, a la que los usuarios que había ayer por la mañana en Altafit no dudaron en preguntar sobre el futuro del recinto las próximas dos semanas.«En la primera hora hemos recibido llamadas, correos electrónicos o consultas para ver qué iba a pasar», expresó Víctor Fernández.
También se pronunciaron desde la Asociación de Gimnasios de Burgos, donde admitieron que se encontraban «hechos polvo». Su presidente, LucianoGonzález, criticó duramente la falta de ayudas al sector a diferencia de otros países comoAlemania, donde aseguró «se cobra indemnización por los días que te obligan a cerrar (...)».
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