Las montañas de los valles pasiegos de Estacas de Trueba, al noroeste de la localidad de Espinosa, sufrieron en la mañana del día de Reyes un terremoto de una magnitud de 2,3 en la escala Richter, según el Instituto Geográfico Nacional. Este movimiento, que tuvo lugar a las 6 horas y trece minutos de la mañana, es el único que se ha producido en Castilla y León durante los últimos treinta días junto al registrado solo dos jornadas antes en Rebolledo de la Torre, también en la provincia de Burgos.
El pasado sábado, día 4, esta población de la comarca de Páramos, cercana a la Montaña Palentina y Aguilar de Campoo, fue epicentro de otro seísmo poco después de las ocho de la tarde. A 110 kilómetros de Espinosa se vivía el primero de los terremotos del año en Castilla y León y el único con el de Espinosa registrado en los últimos 30 días. En este caso alcanzó una magnitud algo mayor, de 2,6.
En los últimos tres días, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha contabilizado 12 terremotos de una magnitud superior a 1,5. De todos ellos, solo los dos de Burgos y una más registrado en Málaga superaron una magnitud de 2. La mayoría se han producido en el área de los Pirineos.
Según los datos del IGN, la provincia de Burgos ha registrado alrededor de treinta seismos desde principios de siglo. Los vividos en el área montañosa espinosiega y cerca de Rebolledo de la Torre fueron imperceptibles. El de mayor escala se produjo hace 85 años en Villarcayo. El 2 de octubre de 1939 la tierra se movió en un terremoto que alcanzó una magnitud de 4,3 grados, un hecho que posiblemente si se sintió en la localidad. Entre los últimos registrados en la comarca se cuenta el vivido en la Mazorra, en el municipio de Los Altos en marzo de 2020. Contó con una magnitud de 2,8 grados.