La Universidad de Burgos (UBU) tiene un compromiso con Miranda y, en cuestión de meses, comenzará a impartir en el ITM su grado en Ingeniería de la Empresa Digital. Ahora bien, con el paso de los años ha dejado de cautivar a los jóvenes de la ciudad del Ebro. El propio rector, Manuel Pérez Mateos, reconoció en su última visita al municipio que la institución ha pasado de 500 estudiantes mirandeses hace unos cursos a apenas 50 en la actualidad. En cambio, otros centros del entorno sí han conseguido atraer a las nuevas generaciones. Sin ir más lejos, la Universidad del País Vasco (UPV) suma en sus grados 125 matriculados que llegan desde Miranda. Es decir, entre todos sus centros ha captado a más del doble que la universidad burgalesa.
Existen varios motivos que explican esta situación, según se deduce de los testimonios de los jóvenes que se reunieron ayer en la XVI Expouniversitas, organizada por el colegio Sagrados Corazones. La distancia es una de esas cuestiones clave en el caso de la UPV. Al menos, así lo creía Noelia, quien explicaba que «me gustaría hacer Economía o ADE, y por cercanía y porque estoy empadronada allí, espero que en el País Vasco». Y es que la comunidad vecina era una de las más mencionadas.
«Espero poder estudiar ingeniería mecánica en la UPV de Bilbao, porque desde pequeño me han gustado los coches», apuntaba Mario. «Ojalá en un futuro pueda trabajar de ello», reflexionaba. De forma similar, su compañero Álvaro decía que tiene pensado hacer en la UPV Ingeniería Mecánica. «Me gusta trabajar con las manos y las matemáticas», apuntaba.
Eso sí, otros muchos futuros universitarios prefieren alejarse un poco más de sus hogares natales para formarse. Y, en esos casos, la UBU no se encuentra entre las primeras opciones. «Quiero hacer Derecho Mercantil en Madrid, porque tiene muchas salidas y te abre muchas puertas», apuntaba Juan, quien añadía que «Burgos está un poco cerca, a algunos nos llama más la atención irnos más lejos porque las ciudades a las que hemos ido más veces interesan menos». Algo parecido opinaba Leire, del Instituto Montes Obarenes, aunque con bastantes más dudas que Juan no tanto con la materia como respecto al destino (...).
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