Premio de consolación para Rubén Osorio

Ó.C.
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Queda fuera de la final de Cocinero del Año pero gana el primer puesto a la mejor tapa Nespresso

Premio de consolación para Rubén Osorio

No pudo ser. El cocinero mirandés, Rubén Osorio, se quedó fuera de la final del concurso Cocinero del Año. Las semifinales se celebraron ayer en Valladolid, dentro de Intur, donde los ocho aspirantes que competían trataron de convencer al jurado para luchar en la final. A pesar de quedarse fuera, Osorio mostró su satisfacción no solo porque «el nivel era muy alto», sino porque al menos se quedó con el premio a la mejor tapa Nespresso con productos de Castilla y León.

El chef asumió que los dos semifinalistas que pasaron a la final dentro de la prueba celebrada en Valladolid eran «muy buenos». El resultado del jurado se dio a conocer más tarde de lo que estaba previsto, lo que da una muestra del nivel y la igualdad que se vivió, aunque el hecho de que Osorio se quedara fuera le obliga a volver a intentarlo en otra edición para ser proclamado Cocinero del Año, después de ser finalista en 2016 y quedar tercero el año pasado.

El menú con el que competía en esta ocasión por hacerse un hueco en la final no se hizo público hasta el momento en el que empezó con las elaboraciones. En ellas, el mirandés trató de mezclar elementos representativos de la región, siempre con un toque de innovación. «De primero hemos hecho un plato que era con una yema de huevo que hemos tratado de ambientar en el bosque», explicó el chef, que añadió que para ese contexto usó boletus o el pino «para que fuera como una gallina en San Juan del Monte», confesó el cocinero de La Casona.

En el segundo plato el ingrediente principal fue el pato «con una técnica francesa» y para el postre la apuesta fue elaborar una creación cítrica pero «muy fresca con naranja, limón, pomelo y jengibre», resumió Osorio, que no podía pasarse de los 20 euros para la composición de los tres platos.

Donde sí que ganó a pesar de que «también era difícil» fue con la tapa Nespresso donde se impuso gracias a una crema de pistacho, acompañada de tres elementos hechos con café como un helado, una gelatina y una tarrina salda.