Menor número de solicitudes, pero mayor cuantía económica. Este es el resumen que puede realizarse de la evolución de las becas del Ministerio de Educación para cursar estudios universitarios en los últimos cinco años, según los datos facilitados por el Vicerrectorado de Estudiantes de la UBU, que sitúan el incremento de esa aportación, al margen de la destinada a cubrir las tasas públicas de las titulaciones, en el doble que la de 2019-2020.
Se trata del denominado importe variable, ligado a la renta familiar y que permite al estudiante asumir gastos como el desplazamiento, la manutención o el alojamiento en el caso de aquellos que estudien fuera de su lugar de residencia. Una vez cerrada la convocatoria del pasado ejercicio académico, este asciende de media a 3.110 euros, frente a los 1.511 euros del último lustro, lo que unido al pago de las matrículas eleva estas cifras hasta los 3.883 y 2.433, respectivamente, tendiendo en cuenta que el precio de estas se ha visto reducido de manera progresiva por la Junta.
Este incremento contrasta con la tendencia registrada en el número de solicitudes de ayudas al estudio por parte de los alumnos. Hace un año la cifra de peticiones fue de 3.258 en el caso de las enseñanzas de grado, de las cuales 579 pertenecían a estudiantes de nuevo ingreso con intención de cursarlas fuera de la UBU. Para el próximo curso y en una primera fase de valoración de las peticiones, estas alcanzan las 3.192, mientras que se reducen a 468 los segundos.
La vicerrectora de Estudiantes, Verónica Calderón, atribuye este descenso a una mejora de las condiciones económicas de las familias que tuvo su punto de inflexión el curso siguiente al estallido de la pandemia, 2020-2021, repitiéndose esta situación en las becas propias que concede la institución académica local. Además, descarta en este sentido que dicha caída tenga que ver con el cambio de fechas de la convocatoria, que desde hace dos años se desarrolla entre marzo y mayo en lugar de entre agosto y octubre, debido a que «ya es lo suficientemente conocido».
Calderón aplaude este incremento de la aportación económica que llega a los universitarios y no duda en valorarlo como «muy buena noticia», además de considerarlo «necesario» por cuanto las cuantías anteriores resultaban escasas. «Supone un respiro para las familias porque con solo 1.500 euros es muy complicado asumir los gastos de todo el curso», subraya, no sin antes poner de relieve que esta tendencia es aún más significativa en el caso de la Universidad de Burgos porque más de la mitad de sus alumnos proceden de fuera.
A falta de depurar los datos de la convocatoria para el próximo curso, la responsable académica reclama al Ministerio de Educación que mantenga esta tendencia al alza para que se repitan las cifras del año pasado o, incluso, aumenten.