Que en pleno corazón del enclave de Treviño, dentro de la sierra de Araico, se encontraba la cantera más antigua de la península Ibérica era algo que el equipo liderado por Andoni Tarriño, geólogo de la Universidad delPaís Vasco, ya había demostrado. Este experto y sus compañeros también habían descubierto que el sílex extraído hace 6.000 años viajaba por todo el norte de España e incluso a una zona del sur de Francia. Ahora bien, lo que todo el mundo desconocía es que en pleno neolítico el homo sapiens cogía las rocas situadas en esta zona y las transportaba incluso a la meseta castellana.
Tarriño relata que «cada vez» están «encontrando sílex de Treviño en sitios más lejanos» y asegura haber «confirmado» este año que «ha aparecido en Zamora», lo cual se suma a otras localizaciones anteriormente destapadas, como«León,Asturias oCantabria». El geólogo explica que todavía trabajan«en el propio yacimiento», pero añade que también centran sus esfuerzos en «revisar su difusión, hasta dónde llegaba el material de la cantera».Tras la reciente «sorpresa», precisamente, quieren profundizar en esa ruta y adelanta que se están «planteando que podría haber llegado hasta Salamanca, pero hace falta tiempo para poder confirmarlo».
El equipo de investigadores liderado por el experto de la UPV desearía «revisar lo de Salamanca el año que viene», aunque Tarriño aclara que para que eso ocurra debe «surgir la oportunidad». No obstante, en su agenda ya tienen citas confirmadas para 2025. Estas, eso sí, dentro del yacimiento de la sierra de Araico. Según apunta,«se prevén al menos dos campañas más, pero es cierto en la arqueología no puedes hacer esos planes, porque puede surgir algo que obligue a abrir un par de metros más, lo que implicaría una campaña añadida», en 2027.
Sean dos o tres las visitas que faltan por completar al enclave de Treviño en función de las necesidades de su estudio, una cosa está clara: el grueso del equipo se mantendrá. El líder de este grupo reconoce que «quizá en la siguiente campaña haya algún alumno nuevo, pero el equipo está consolidado después de unos trece años». A lo largo de este verano han contado con una decena de personas que ya tenían «bastante experiencia allí» y su previsión pasa por mantener esas cifras de ahora en adelante dado que «tampoco hay sitio para que acuda más gente».
Sobre la última visita a la sierra de Araico, Tarriño describe que «ha ido todo bien, correcto, perfecto» y apunta que «se ha seguido la rutina de los anteriores y se ha liberado el yacimiento de los escombros de su relleno, y han aparecido elementos que ya vienen siendo habituales, como mucho sílex, algún fragmento de ofita, aunque este año no ha habido ningún hasta de ciervo». En este sentido, concluye que «como ya se va terminando la excavación, cada vez se va cerrando más y la actuación parece más reducida».