La baja temporal de una de las oncólogas titulares en el Santiago Apóstol obligará introducir cambios durante los próximos meses en el servicio, que se quedará en Miranda con un único especialista. Por ahora, tanto el centro comarcal como el HUBU han alcanzado un acuerdo para que enfermos de cáncer de Miranda se desplacen hasta Burgos para continuar con sus tratamientos o seguimientos, no como se había dicho en un primer momento, cuando se avanzó que se desplazarían los profesionales desde la capital provincial.
Fuentes de la Consejería de Sanidad confirman que el modelo ya está activo, porque la baja ha comenzado y detallan que ambos centros mantendrán una comunicación diaria para determinar qué pacientes están en condiciones de moverse para ver al especialista. Los responsables asumen la delicadeza con la que hay que gestionar este asunto, por tratarse de una especialidad dura en la que el tiempo de respuesta cuenta, pero defienden que en el protocolo «primará la salud del paciente».
Cuando se conoció la noticia de la ausencia de larga duración de la oncóloga de Miranda, el gerente del Santiago Apóstol Arsenio Besga apuntó que su idea partía de que fueran los médicos los que acudieran a la ciudad, porque mover a los pacientes «sería un paso atrás», reconoció, en una ciudad que luchó por contar con este servicio en el Santiago Apóstol. Aquellas palabras las dijo en octubre pero el acuerdo no se ha cerrado en esos términos, aunque en la Consejería remarcan que «el objetivo prioritario era que nadie quedara desatendido».
Además, puntualizan que no todos los pacientes tendrán que viajar, por lo que habrá tratamientos como el de quimioterapia que pueda continuar en Miranda. En este sentido, recalcan que el titular que se conservará durante estos meses en la ciudad seguirá con su cartera y asumirá parte del cupo de personas de su compañera, sobre todo en los casos más delicados, ya que «está claro que una sola persona no puede asumir todo». Por eso, ambos centros decidirán qué tipo de pacientes pueden atenderse desde el HUBU y cuáles se mantienen en Miranda.
Más allá de este punto de partida, en la Consejería admiten que pueden producirse cambios en estos meses, siempre con la perspectiva «de que esta situación va a ser temporal y luego se resolverá cuando se reincorpore la oncóloga a su puesto». Por este motivo lanzan un «mensaje tranquilizador», como también se expresó por parte del gerente del centro comarcal, ya que el responsable dejó claro el deseo de continuidad de esta profesional, que ha retrasado su baja y «que está en su derecho de estar de permiso», defendió Besga.
Desde la dirección centro antes, y ahora desde la Consejería, admiten que la mejor solución hubiese pasado por contratar un profesional para estos meses, aunque las dificultades para tener a estos especialistas en plantilla han convertido en imposible esta opción. Aun así, este asunto se ha colado en el debate político y el PSOE instó en la Comisión de Sanidad de las Cortes a la Junta de Castilla y León a cubrir esta vacante.
Lo que sí que ha quedado descartado es la teleasistencia, como mencionó la responsable del HUBU, Ana Lucía Fernández en una entrevista a este periódico. Besga ya se posicionó en contra «por ser una especialidad muy sensible», valoró.