Rubén Albés, técnico del Albacete, no dudó demasiado en la pasada previa a la hora de elegir a un jugador del Burgos CF si se lo pudiera quedar para su equipo. «Creo que me quedaría con Elgezabal y si pudiera ser que no jugara, también», comentó entre risas sobre el jugador que es la piedra angular del equipo blanquinegro y el hombre de máxima confianza para Julián Calero. En tres años, nunca se ha perdido un partido de liga si ha estado disponible y solo se ha ausentado, bien por lesión o por sanción, en cinco ocasiones. Eso sí, el próximo domingo tendrá que descansar por sexta vez en casi 100 partidos tras recibir la quinta cartulina amarilla el pasado domingo frente al Albacete.
Unai Elgezabal llegó al Burgos en septiembre del 2020 tras jugar cuatro años en Segunda División defendiendo las camisetas del Alcorcón y del Numancia, y de inmediato se convirtió en una pieza fundamental de un proyecto que consiguió dar el salto de categoría tras 24 partidos de fase regular y dos de fase de ascenso. Él solo se perdió un partido, en la jornada 19 y por sanción tras acumular cinco amarillas. En el resto de compromisos fue titular, incluyendo las eliminatorias de Copa del Rey ante el Andorra y el Espanyol. Cero descanso.
Poco varió su papel el curso pasado: participó como titular en todos y cada uno de los partidos de La Liga SmartBank en los que estuvo disponible siendo titular siempre excepto en dos duelos. Tan solo se perdió las jornadas 16 y 39 por sanción, ante la Ponferradina ambas; y la jornada 25 por covid, frente al Lugo. Eso sí, Calero le dosificó retirándolo hasta en ocho jornadas en los últimos tramos de la segunda parte, siempre en escenarios desfavorables en los que varió el dibujo para introducir a un atacante en su lugar.
Pero esta temporada, con la mejora de los resultados, Elgezabal se ha vuelto a convertir en un hombre irremplazable. Ha jugado 27 de las 28 jornadas en la presente campaña de la Segunda División y solo se ha perdido una, el partido en Granada, a causa del esguince de grado dos que sufrió en su tobillos izquierdo semanas antes y del que no se acabó, ni se ha acabado, de recuperar todavía. En aquella segunda semana de diciembre el defensor vizcaíno incluso viajó a tierras nazaríes, pero no tuvo minutos por una debilitada condición física que había llevado al límite en los encuentros previos.
El 27 de noviembre, en el empate a dos que el Burgos firmó con el Zaragoza en El Plantío, Elgezabal tuvo que ser sustituido al cuarto de hora tras dolerse en un acción en área propia. Las pruebas médicas confirmaron que sufrió un esguince de segundo grado en su tobillo zurdo que le obligaba a estar fuera al menos un mes. Se esperaba que no pudiera estar disponible ante la Ponferradina, Granada, Eibar ni Huesca, pero la realidad fue muy distinta. Julián Calero optó por forzar a su jugador más importante en Ponferrada, donde jugó los 90 minutos apenas una semana después de la lesión y repitió la jugada recibiendo al Eibar, donde se le vio cojeando y dolido.
Aquella arriesgada opción obligó a que descansase por primera vez en Granada, pero después regresó a la titularidad y no la ha abandonado. Además, después de la lesión tan solo ha sido sustituido en el Ciutat de Valencia, contra el Levante, y a falta de solo el tiempo de descuento. Irremplazable.
Dos posibles sustitutos. ¿Por qué otro jugador ha optado Julián Calero cuando Unai Elgezabal no ha estado disponible? Esta situación solo se ha producido en liga (Segunda o Segunda B) en cinco ocasiones y en todas ellas Mumo ha partido como titular. Sin embargo, Raúl Navarro es otra alternativa por la que puede apostar el técnico madrileño para cubrir la baja del capitán. Uno de ellos (o ambos) será quien acompañe a Miguel Ángel Atienza en el medio del campo para que el Burgos se mida al Real Zaragoza en un imponente escenario como es La Romareda.
La primera ocasión en la que Elgezabal se ausentó fue en la jornada 19 de la temporada 2020/21. En la visita al Zamora, el Burgos salió con Mumo y Undabarrena en el centro. Ya en el curso pasado, Calero optó por la fórmula Mumo-Andy en las tres ausencias del capitán. El balance fue de dos derrotas y una victoria, esta última en la única ocasión de las tres en la que apostó por la línea de cuatro defensas y no por la de cinco. Por último, en la visita al Granada de la jornada 17, Calero dio la titularidad a Mumo y a Navarro acompañando a Atienza.