La capacidad asistencial en el Hospital de los Santos Reyes de Aranda de Duero no se va a ver mermada en las próximas semanas. Mientras otros centros hospitalarios dejan sin uso camas, en el de la capital ribereña se mantienen todas operativas para poder atender el incremento de actividad que se registra durante la época estival.
El hospital ribereña cuenta con dos picos asistenciales a lo largo del año, uno durante la campaña de gripe, donde se agudizan ciertas patologías y se hacen necesarios más ingresos, y durante estos meses, en los que la población de la comarca se incrementa de manera significativa con los veraneantes que acuden a las localidades de la zona, con lo que también se nota un aumento claro en las necesidades sanitarias.
Esta no es la primera campaña estival en la que se toma esta medida. En los últimos cuatro años se está siguiendo esta tendencia de contar con toda la capacidad hospitalaria disponible, constatándose que, de no ser así, no se podría haber atendido las necesidades de la población ribereña.
Para poder dar cobertura suficiente a la población, la plantilla del centro hospitalario arandino arrastra solo cuatro vacantes, en las especialidades de Cardiología, Geriatría, Ginecología y Radiología, un facultativo por cada una ellas. Las próximas incorporaciones se van a llevar a cabo este lunes, cuando se incorpora un segundo digestólogo, y a mediados del mes de julio, cuando llegarán un radiólogo y un internista.
Mientras, la gerencia del centro hospitalario también está trabajando en la búsqueda de un traumatólogo para poder contratarle por encima de plantilla, con la finalidad de conseguir reducir o eliminar la lista de espera que acumula esta especialidad. Además, el Servicio de Urgencias se ha reforzado, incorporando dos auxiliares más y ampliando el triaje, realizándose ahora también los fines de semana y días festivos de 7 a 14 horas, y se está a la espera de poder contratar a un médico de refuerzo durante 12 horas para apoyar la plantilla que hay hasta ahora los fines de semana y días festivos.
Lo que sí que se va a aprovechar en los próximos meses de verano es a realizar algunas mejoras estructurales para favorecer una correcta aplicación de los protocolos hospitalarios. En concreto, se va a actuar en la zona de quirófanos, que llevaba un par de años necesitando una intervención para su adecuación a las necesidades actuales.
Los tres quirófanos del Hospital Santos Reyes van a permanecer cerrados y sin actividad entre el 19 de julio y el 4 de agosto, cuando se aprovechar para renovar la pintura de los mismos e instalar un nuevo sistema de intercomunicadores, con los que se podrán conectar quienes estén dentro de estos recintos con el exterior, de manera que se evite al máximo la circulación de aire que provoca las entradas y salidas de los mismos, con lo que se reduciría la posibilidad de entrada de virus y gérmenes en las salas de operación.
Mientras que llevan a cabo estas mejoras, solo se mantendrán operativos el quirófano de urgencias y el paritorio, y aquellas operaciones que estuviesen programadas para esas dos semanas se retrasarán las que sea posible, mientras que las que requieran una intervención ineludible se derivarán al Hospital Universitario de Burgos.
Este cierre de los quirófanos se hacia apremiante, ya que hacía un par de año que ya se había detectado la necesidad de renovar la pintura de los mismos y realizar algunos arreglos en las instalaciones, pero hasta ahora no se ha considerado conveniente paralizar la actividad quirúrgica, después del esfuerzo que se ha realizado para reducir al mínimo la lista de espera.
Las cifras que maneja el Hospital de los Santos Reyes en lo que ha demora media en intervenciones quirúrgicas está a día de hoy en 56 días, tan solo tres por encima del objetivo máximo fijado, que es de 53 días, para mejorar este parámetro asistencial. Aunque los responsables de la gerencia del centro hospitalario esperan poder alcanzar esa cifra en un breve espacio de tiempo. El centro hospitalario comarcal tiene en la actualidad una lista de espera para someterse a una intervención quirúrgica de 429 pacientes, por debajo del límite de 435 que se les había fijado para este semestre.