"El logro de Atapuerca es entrar en los libros de Historia"

R. PÉREZ BARREDO / Burgos
-

ENTREVISTA | Rodrigo Alonso Alcalde se muestra feliz y ambicioso ante el desafío que supone para él su nueva etapa al frente del Sistema Atapuerca

Rodrigo Alonso Alcalde, director del Sistema Atapuerca. - Foto: Alberto Rodrigo

Lo ha sido todo en Atapuerca desde hace un cuarto de siglo, y pocos conocen tan bien la trastienda de este proyecto universal. Así que no es de extrañar que la Consejería de Cultura haya depositado su confianza en este hombre afable e inteligente, de extraordinarias dotes pedagógicas, para liderar una nueva etapa al frente del Sistema Atapuerca. Rodrigo Alonso Alcalde se muestra feliz y ambicioso ante este formidable desafío.

Lleva 25 años vinculado a los yacimientos de Atapuerca y al Museo de la Evolución Humana desde que se puso en marcha, hace quince. ¿Qué significa para usted ponerse al frente de este gran proyecto que es el Sistema Atapuerca?
Una responsabilidad para con las personas que han confiado en mí y apostado por mí desde la Consejería de Cultura, con Gonzalo Santonja a la cabeza. Llevar tantos años me ha permitido no solamente ver la magnitud, sino asistir a la construcción de esta magnitud del Sistema Atapuerca, de ahí que también lo sienta como un desafío, un reto: voy a tratar de hacer una aportación a todo este proceso en el que hay involucradas directa e indirectamente muchas personas; un proceso al que algunas de estas personas han consagrado su vida.

Le avala tanto el conocimiento científico como el de la propia experiencia de años. ¿Qué cree que puede aportar? 
Mi perspectiva diacrónica de las cosas. Ese bagaje que me ha permitido ver todos los procesos, entenderlos, y traerlo a este tiempo. 

Alonso, con su equipo: de izquierda a derecha, Gonzalo de Santiago, Sandra Canduela, Gonzalo de Pedro y Antonio Mencía.Alonso, con su equipo: de izquierda a derecha, Gonzalo de Santiago, Sandra Canduela, Gonzalo de Pedro y Antonio Mencía. - Foto: Alberto Rodrigo

Ha pisado el barro, ha hecho investigación, ha estado al frente de los programas didácticos... ¿Qué es Atapuerca? 
Atapuerca es un lugar único para conocer lo que somos hoy en día. Para acercarse al pasado no hay que hacerlo sólo desde una reminiscencia histórica. Lo importante de conocer el pasado es ver qué aplicaciones tiene en el presente. Y yo creo que Atapuerca es un buen lugar, y más en estos tiempos de locura y velocidad, para pararnos, sosegarnos y ver la temporalidad del tiempo evolutivo. Nosotros somos una milésima milésima de segundo. Debemos pararnos a reflexionar como individuos y como especie. Atapuerca es un lugar de reflexión. El visitante viene a aprender cosas, pero también hay que darle esa oportunidad de reflexión desde una perspectiva actual.

En esta nueva etapa queremos consolidar el turismo educativo»

Los históricos codirectores (Arsuaga, Carbonell y Bermúdez de Castro) no se han cansado de asegurar que Atapuerca es un filón inagotable. Usted ha llegado al cargo a la vez que se hacía público el descubrimiento de una nueva especie, la más antigua de Europa, merced a Pink, un fósil de 1,4 millones hallado en la Sima del Elefante... ¿Esto no va a parar? 
Atapuerca no va a parar de sorprender. Tiene una riqueza patrimonial arqueológica y paleontológica como no hay en ningún lugar en el mundo. Y este es un ejemplo más de cómo volvemos a cambiar todos los paradigmas existentes a raíz de nuevos descubrimientos. Pink abre una nueva etapa en el estudio del poblamiento europeo con nuevos modelos explicativos de entender cuándo se produjo y por quién se produjo. 

¿Los grandes hallazgos de Atapuerca han situado este enclave de Burgos en el mapa mundial de la evolución humana o aún está pendiente cierto reconocimiento?
La universalización de Atapuerca es un hecho. Cuando me preguntan por los secretos de Atapuerca, sus logros, siempre respondo lo mismo: haber entrado en los libros de Historia. El estudio del poblamiento europeo arranca en Atapuerca. Hemos pasado de Altamira a Atapuerca. Esa lectura es ya internacional, está en manuales de Historia de cualquier universidad igual que está la Garganta de Olduvai. Son los referentes. La universalización, en la parte del conocimiento, está conseguida. Hay que reforzarla, actualizarla, evidentemente.

¿Y el conocimiento menos científico y sí más turístico o educativo se puede reforzar? 
Sí. Nuestra apuesta para esta etapa es consolidar Atapuerca de lo que podríamos denominar el turismo educativo. Apostar por que los colegios vengan al museo y a los yacimientos, que vayan al Centro de Arqueología Experimental (Carex) y se sumerjan en la prehistoria. Vemos necesario dar ese impulso.

Vamos a hacer una renovación integral del recorrido exterior del Carex»

¿Más desafíos? 
Nos hemos planteado un renacer cultural del MEH con proyección incluso nacional abriéndolo a la ciudadanía a partir de las ocho de la tarde, cuando se van los turistas y escolares. Y hacer una programación interesante que nos permita posicionarnos: científica y culturalmente; que sea un lugar en el que ocurren cosas. 

Para ello hace falta presupuesto. ¿Cuentan con el suficiente? 
Ese es otro reto. Pero con lo que tenemos podemos hacer cosas, optimizando los recursos al máximo.

¿Y el personal es suficiente? 
Existe el compromiso de la Consejería de dotarnos con más personal. Por suerte, hasta que eso llegue, cuento con compañeros que dan el mil por mil.

¿Se ha marcado también como objetivo crecer en el número de visitas tanto al MEH como a los yacimientos? ¿El flujo entre ambos es el idóneo?
Las cifras siempre preocupan, pero no dejan de ser indicadores. Pero indicadores cuantitativos. A mí lo que me preocupa es el cualitativo. Pero somos el museo más visitado de Castilla y León. Rondamos -y estamos consolidados- en torno a las 150.000 personas (hablo de la exposición permanente) al año. A los yacimientos van en torno a las 75.000 personas. Y por el Carex -no lo olvidemos- pasan otras 60.000. Estamos moviendo unas 300.000 personas. Es un número bastante significativo, tratándose de una temática muy concreta y con dos áreas de gestión. Lo que tenemos es que ir adaptándonos a los nuevos discursos que generan los nuevos fósiles, y consolidando estas cifras. Podemos ampliar, pero tampoco tenemos mucho margen: en Semana Santa, por ejemplo, no podemos recibir mucha más cantidad por cuestiones de protección. Hay que pensar en otras estrategias. No me preocupan los números, sino la calidad.

Somos el museo más visitado de Castilla y León, pero prefiero la calidad a la cantidad»

Ha citado el Carex. ¿Es mejorable?
Sí. Una de las primeras acciones será una renovación integral del recorrido exterior del Carex. Es un proyecto que conozco bien porque trabajé en él cuando se inauguró en 2001. Es uno de los primeros parques arqueológicos que se construyeron en España siguiendo la tendencia de los del norte de Europa. Siempre ha sido un referente, porque permite al visitante acercarse a la prehistoria de una manera muy participativa e inmersiva. Tiene valor pedagógico. La reforma integral empezará en breve, en esta primavera. Y va a ser un cambio sustancial.

Este año se cumplen 15 de la inauguración del MEH y 25 de la declaración de los yacimientos como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. ¿Se van a celebrar ambas efemérides?
Estamos empezando ya a construir una programación especial por ambos hitos. 

¿Se puede adelantar algo? 
Estamos empezando a diseñar esa programación, pero uno de los primeros eventos será el estreno de La huella del mal, película que se ha rodado en Atapuerca y que nos va a dar mucha visibilidad. Vamos a aprovechar ese estreno y su tirón para traer a alguno de los protagonistas.

¿La relación con el Cenieh es la que tiene que ser?
Sí. Nosotros siempre hemos tenido una buena relación, y ahora está María Martinón al frente del centro. Empezamos a la vez en Atapuerca. Somos centros complementarios.

También es fundamental la Fundación Atapuerca.
El papel de la fundación en el ecosistema Atapuerca es muy importante: es la herramienta que nos permite estar en contacto directo con el equipo investigador y los nuevos descubrimientos. Es un papel clave a la hora de entender el Sistema Atapuerca. 

Reforzaremos la programación  cultural»

¿Y se puede mejorar la relación del Sistema Atapuerca con otros hitos turísticos de Burgos y provincia? 
Se pueden generar nuevas sinergias para confluir, estrategias comunes, y quizás sea el momento porque hay un proyecto de Capitalidad Europea de la Cultura. 

'Renacimiento' es el nombre elegido para este nuevo asalto a esa capitalidad; en la ocasión anterior fue 'R-Evolución', que aludía mucho más a los orígenes y a Atapuerca. ¿Os deja un poco al margen?
No. Una de las cosas buenas que tenemos es que estudiamos la evolución humana, y esa continúa en el presente. Nos permite adaptarnos a cualquier estrategia. Vamos a estar ahí.

Ya se conoce el relevo de los históricos codirectores, sin los que no podría comprenderse (junto a Emiliano Aguirre) el éxito de Atapuerca. ¿Seguirá el éxito en el futuro?
Creo que con esa renovación se ha articulado una estrategia interesante, con una dirección compartida por seis personas. Permite recoger gran parte de la variabilidad que hay dentro del equipo.