a.c. / medina de pomar
Las tres familias, madres y padres de cinco alumnos del colegio San Isidro de Medina, que en septiembre decidieron bajar a sus hijos del bus escolar ante la conducta de su conductor y las infracciones de tráfico que comete y de las que tienen pruebas, han mantenido su postura hasta el final del curso. Pero también han constatado como este profesional ha seguido saltándose el Código de la Circulación, a pesar de su decena de quejas y denuncias por este motivo. Tras un curso sin respuestas oficiales, se sienten «totalmente abandonados e ignorados por Educación», que no ha contestado a ninguno de sus escritos ni ha mantenido un encuentro con ellos en busca de soluciones, a pesar de que así lo anunciaron sus representantes en la Comisión Provincial de Transporte Escolar de noviembre.
La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, Fampa, se hizo eco de su problema en esa reunión y trasmitió a los afectados que Educación les llamaría a un encuentro que no ha llegado. En octubre, DBse hacía eco de la situación y Educación aseguró haber instado a la empresa Autobuses Barredo a buscar una solución. También se pidió a los padres volver a llevar a sus hijos en el bus escolar, aduciendo que «la actitud del conductor había cambiado». Pero la realidad es otra, porque los padres han sido testigos después multitud de infracciones de tráfico.
Una secuencia de la infracción en la semirotonda donde confluyen la avenida de Vizcaya y la calle León con la carretera a Villarcayo y el bus cambia de sentido de forma directa sin hacer el semicírculo. - Foto: DBEn septiembre le grabaron conduciendo en dirección prohibida, pero también se ha saltado en numerosas ocasiones el STOPobligatorio para salir a la carretera que conecta Medina de Pomar con Villarcayo en la semirotonda donde confluyen la avenida Vizcaya y la calle León, justo antes del puente de Villanueva. Los padres tienen vídeos que lo constatan. Asimismo, en esta misma semirotonda, que está junto a un cambio de rasante, se ha saltado la norma de realizar el círculo completo para cambiar de sentido y se ha incorporado directamente a la carretera varios días seguidos. Los padres han presentado quejas a principio de curso, en noviembre, enero y mayo, porque en los meses centrales del curso estuvieron esperando el encuentro con Educación y no siguieron la pista al conductor. Pero a la vista de la falta de respuestas han vuelto a comprobar su conducta.
También se han dirigido a la Policía Local de Medina de Pomar para que investigue las infracciones comprobando las grabaciones de las cámaras de tráfico instaladas en ese punto, al decirles que sus vídeos no tienen validez legal. Los padres también acudieron al Ayuntamiento en busca de la mediación del alcalde, Isaac Angulo, con Educación, pero su intervención tampoco ha servido.
El pasado día 5 volvieron a dirigirse por escrito al alcalde para que solicite un informe a la Policía Local con las infracciones que le han trasladado y «evidenciar que lo que decimos las familias es verdad y que dichas infracciones se cometen con los niños de 3 a 12 años dentro del autobús». Además de ello, le piden que lo traslade al director provincial de Educación. También se han dirigido al Defensor del Pueblo y van a acudir al Procurador del Común.
Mientras, una familia que sí continúa llevando a sus hijos en esta ruta escolar ha presentado una queja formal por el adelanto de horarios de salida desde el colegio y, por tanto, de llegada a la parada en el destino, dando aviso en la misma mañana, cuando a algunos padres no les da tiempo a llegar a recoger a sus hijos y la normativa prohibe estos cambios, salvo por causas fuerza mayor.
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El descontento de los padres de alumnos de la ruta que comunica Villanueva La Lastra y urbanizaciones del extrarradio de Medina de Pomar con el centro escolar ya venía del pasado curso, pero en el comienzo de éste saltaron todas las alarmas ante los conflictos del conductor con los niños, con faltas de respeto a un niño con sobrepeso o sus palabras con una niña que bajó llorando del transporte por un embellecedor que se había desprendido en esa ocasión y otras veces anteriores.