El Burgos CF pretende encadenar en Cádiz su tercer resultado positivo. Desde septiembre no era capaz de sumar en dos citas ligueras consecutivas y después de conseguir cuatro sufridos puntos en los dos últimos partidos, ambos disputados en El Plantío, vuelve al papel de visitante en el Nuevo Mirandilla -19,00 horas-. Los puntos son importantes para ambos contendientes y es que la situación en la que se encuentran es similar. Ni a gaditanos ni a castellanos se les esperaba en la zona baja, sobre todo los hoy locales, que partían como uno de los favoritos a todo.
Ninguno de los dos equipos han encontrado el camino hasta la fecha y en los dos casos ha habido relevo en el banquillo. El Burgos se medirá a un equipo que hace poco más de una semana cambió de entrenador. La llegada de Gaizka Garitano debe aportar más solidez a una escuadra andaluza que cuenta con una plantilla y un presupuesto que no se corresponden con su situación.
Sabe Luis Miguel Ramis, entrenador del Burgos, que su equipo deberá hacer muchas cosas bien, aunque también es consciente de que las circunstancias pueden remar a su favor en el caso de que el partido no rueda como al Cádiz le gustaría. El ambiente está enrarecido en tierras gaditanas y es que el entorno no esperaba al equipo tan abajo. El estrés y la ansiedad pueden convertirse en los incómodos acompañantes del combinado amarillo.
El cuerpo técnico blanquinegro deberá hacer frente a una importante baja en la medular, la zona más castigada por las lesiones. Atienza, un pilar en los últimos partidos por su carácter y entrega, se perderá el duelo por acumulación de amarillas. El jugador del filial Marcelo Expósito parece la opción más probable para sustituirle (...).
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