«La atención centrada en la persona y no solo en la enfermedad (integralidad), mantenida a lo largo del tiempo por el mismo profesional (longitudinalidad), prestada a un mismo paciente por diferentes profesionales en distintos niveles (continuidad), accesible para el conjunto de la población (accesibilidad) y coordinada entre los profesionales del primer nivel asistencial y otros especialistas (coordinación), definen la esencia de la atención primaria y le confieren su inigualable valor». Esta cita de Jesús Palacio, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y publicada en la Revista Clínica de Medicina de Familia, describe uno de los pilares del que se denomina 'la puerta de acceso al sistema sanitario' y que en los últimos años se ha quebrado casi hasta pulverizarse en algunos casos. Tal es así que hay médicos que aseguran que la atención primaria ha desaparecido tal y como se conocía y se concibió y que el ejercicio de esta especialidad -incluida su parte comunitaria, la más dañada- se ha transformado en algo diferente y peor.
La falta de profesionales que lleva arrastrando la especialidad desde hace años y que tiene diferentes causas -falta de oportunidades de desarrollo profesional, retribuciones escasas, duras condiciones de trabajo, competencia entre comunidades autónomas, olvido de los gestores políticos a la hora de estimular y de reforzar económicamente la atención primaria frente a los hospitales- ha hecho que en muchos casos las personas que van al médico de cabecera se encuentren cada vez con uno diferente frente al que tienen que repetir todo su problema y que, lógicamente, no les conoce y, menos sus circunstancias, que tantas veces son tan importantes a la hora de hacer un diagnóstico o implantar, continuar o finalizar un tratamiento.
Esto le está ocurriendo en la actualidad a más de 11.000 burgaleses debido a las grandes dificultades de cobertura de plazas de médico de Familia en los diferentes centros de salud de la ciudad y de la provincia. Según ha podido saber este periódico, al menos en 9 centros de salud falta un profesional (José Luis Santamaría, García Lorca, Las Torres, Gamonal Antigua, San Agustín, Belorado, Aranda Rural y Quintanar de la Sierra) y hay otro (Santa Clara) en el que hay una baja sin cubrir, unos datos que no son estables -puede que desde que se ha escrito este artículo hasta que ha visto la luz se haya conseguido cubrir alguno de estos cupos vacantes- y que no son oficiales ya que la Gerencia de Atención Primaria de Burgos es absolutamente reacia a trasladar determinadas informaciones a la población y compartir con cifras cuál es la realidad sanitaria de este nivel en la provincia.
Así, teniendo en cuenta el número de tarjetas que atiende cada médico y que oscila en la ciudad entre las 1.257 de Santa Clara y las 1.606 del José Luis Santamaría, y en la provincia, entre las 411 de Quintanar de la Sierra y las 560 de Belorado, son más de 11.300 las personas que nunca son vistas por el mismo profesional.
(Mäs información en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos o aquí)