Conmovedora celebración para un 'cumpleaños' inolvidable

B.D.
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El 'día grande' del 800 aniversario de la Catedral se vivió con intensidad. Miles de burgaleses se echaron a la calle para disfrutar de la Patrulla Águila, de los pasacalles con 150 dulzaineros o del Himno de la ciudad

Conmovedora celebración para un ‘cumpleaños’ inolvidable - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El alegre repique de las campanas  que resonaba a las diez de la mañana en todas las parroquias de la provincia ya anunciaba que este 20 de julio era un día significativo. De esos que se viven una vez cada cien años. Un día para festejar pero también para recordar. Nada más y nada menos que el del 800 cumpleaños de la Catedral de Burgos. El de los ocho siglos de la colocación, a manos del rey Fernando III y el obispo Mauricio, de la primera piedra del imponente y bello templo gótico, Patrimonio de la Humanidad desde 1984.

Tras cuatro largos y fructíferos años de trabajo por parte de la Fundación VIII Centenario de la Catedral, la ciudad se echaba a la calle este martes para sumarse a las celebraciones religiosas y populares, lamentablemente condicionadas por las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias la noche antes. Estas medidas impidieron la presencia de público en el interior de la plaza del Rey San Fernando pero no en todas las calles y plazas aledañas al templo, desde las que centenares de personas vivieron con intensa emoción los actos programados.

 La Patrulla Águila del Ejército del Aire, 150 dulzaineros procedentes de once provincias y 36 peñas, asociaciones y casas regionales se unieron al homenaje de la sociedad burgalesa a su monumento más querido, en una jornada que el arzobispo y presidente de la Fundación VIII Centenario, Mario Iceta, calificó de «entrañable».  

(Más información e imágenes de los diferentes actos del día grande del Centenario, en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos