La agenda profesional de Michael Delaney está siendo una auténtica locura en estos días de guerra arancelaria mundial. No es fácil ser un empresario norteamericano en un contexto tan inestable como el actual, ni tampoco cuadrar los números de la multinacional Worldwide Group, centrada en la automoción y con siete empresas repartidas entre México, Arabia Saudí, Alemania, Irlanda, Reino Unido y España. Una de ellas está en Villalonquéjar, Ryme Worldwide, y cuenta con 50 trabajadores dedicados a la fabricación de maquinaria para las ITV de los vehículos.
Delaney es californiano, estado de donde es originario este grupo empresarial que fundó y gestiona desde hace 45 años su familia. Hace cinco, tras comprar Ryme, llegó a Burgos, «donde estoy encantado», reconoce con el optimismo que caracteriza a este directivo, uno de los pocos norteamericanos que ha estado al frente de una industria burgalesa.
«Tenemos presencia en más de 85 países y la relación entre España, Europa en general y los Estados Unidos es muy importante para nosotros». Es más, detalla, desde Burgos se exportan componentes importantes para su ensamblaje en equipos de ITV en California.
«La guerra comercial que ha empezado la administración de Trump nos pone en una situación muy complicada. No nos queda más remedio que aumentar nuestros precios y, además, nos encontramos en un momento delicado porque tenemos dos proyectos nuevos en Estados Unidos y tenemos que pensar muy bien cómo vamos a llevarlos a cabo», reconoce el CEO de Ryme Worldwide, que no deja de recibir llamadas de proveedores españoles preguntándole sobre los pasos que van a dar...
Él y su hermano gemelo, director financiero de la multinacional, están haciendo números desde hace días, barajando incrementos «del 10% y hasta el 25% e incluso el 35%...». «Es sumamente importante para nosotros tener certezas y conocer en profundidad la situación, porque no podemos abordar las inversiones previstas». De hecho, ya han paralizado proyectos en España y en México.
«Somos una empresa familiar y podemos tomar decisiones rápidas. Si para nosotros no es sencillo, imagínense para una empresa cotizada... Estamos en un estado wait and see (esperar y ver)».
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