Lo que ha hecho el Burgos CF en este mes de marzo está al alcance de muy pocos equipos. Estas cuatro victorias consecutivas solo han sido superadas por las cinco que ha logrado el Levante de Julián Calero. Y los 12 puntos sumados por el equipo burgalés le han permitido poner tierra de por medio con la zona baja, que ahora tiene a diez puntos, y acercarse de un modo muy ilusionante a las posiciones de play off, que tiene a solo seis.
Varias son las claves que explican esta racha, pero la más importante sin duda es la solidez defensiva que ha ganado el equipo, la importancia del trabajo colectivo sobre el terreno de juego a la hora de defender. El resultado es evidente. Solo ha encajado un gol en estos cuatro partidos, mientras que ha marcado seis. Y por primera vez desde que Ramis está en el banquillo se ha ganado un partido por más de un gol, tras el 3-1 al Almería.
El trabajo que lleva realizando Luis Miguel Ramis ha tardado en dar sus frutos y tiene su trascendencia en la apuesta por un bloque de varios futbolistas que son fijos en sus equipos. El entrenador blanquinegro no es amigo de repetir alineaciones. Siempre apuesta por alguna novedad o retoque táctico en función del rival, aunque difícilmente prescinde de alguno de los ocho futbolistas que forman su núcleo duro.
La defensa es prácticamente inamovible. Aunque muchos pensaron que con la llegada de Tomeu Nadal la titularidad de Ander Cantero corría peligro, nada más lejos de la realidad. El portero navarro lo ha jugado todo y en varios partidos ha sido clave para salvaguardar el resultado, como en los triunfos frente a Albacete o Almería.
En el lateral derecho ya nadie cuestiona a Anderson Arroyo. Ha tenido momentos dubitativos, incluso hay quien pedía la entrada de Pipa, que sí jugó 12 partidos como titular. Sin embargo, ahora mismo Arroyo parece insustituible, con partidos muy completos como el que realizó ante el Almería, desplegando un enorme derroche físico tanto en defensa como en ataque.
Como central derecho nadie discute la trascendencia de Aitor Córdoba. El capitán solo se ha perdido un partido, por sanción, y el equipo realmente lo notó en el encuentro ante el Oviedo. Junto a él ha regresado Grego Sierra. Sin duda se trata de la mejor incorporación del pasado mercado de invierno y ha hecho olvidar al joven David López, que regresó a Mallorca. Grego aporta contundencia y una defensa voraz ante los mejores delanteros rivales, como le pasó el viernes con Luis Suárez.
Y por la izquierda Florian Miguel sigue siendo fijo pese a la llegada en el mercado de invierno de Konan, que apenas ha tenido unos minutos.
Este bloque defensivo se completa con el pulmón de la plantilla, con Miguel Atienza. El centrocampista da el equilibrio perfecto. Si es necesario se convierte en el tercer central, y si su equipo tiene que presionar, él es el primero. Su capacidad física es eterna.
Y en funciones de ataque están Curro Sánchez y Álex Sancris. El primero es cada vez más centrocampista y participa más en el juego pese a no estar al nivel de la pasada campaña. Y Sancris, tras unas semanas 'perdido' por los rumores sobre su futuro, va recuperando poco a poco su nivel, pese a que cuando Ramis lo sitúa en la izquierda pierde bastante efectividad.
A partir de ahí llegan las rotaciones. Por el centro Marcelo Expósito, Rubén Quintanilla o Gabriel Barès se alternan para acompañar a Atienza. En la banda izquierda Borja Sánchez, Dani Ojeda o Íñigo Córdoba pugnan por un puesto; mientras que en ataque el elegido suele ser Edu Espiau, pero al final tanto él como Fer Niño han jugado prácticamente los mismos minutos.