El Burgos CF se quedó fuera de los play off de ascenso por poco. Al Aparejadores se le escapó la Liga de rugby en el último suspiro. El UBU San Pablo de balonmano ya saboreaba el salto a Asobal cuando perdió el billete. Y este sábado el deporte local sufrió dos duros mazazos. Especialmente el del San Pablo, que cayó contra el Lleida en un enfrentamiento muy disputado y en el que fue por delante la mayor parte del tiempo. El fallido intento de volver a ACB del año pasado fue muy doloroso. Y este también. Había muchas esperanzas en dar el salto a la Liga Endesa, y más con la racha de victorias con Jota Cuspinera al frente, todos sus partidos.
En el duelo de burgaleses e ilerdenses los máximos anotadores fueron Gonzalo Corbalán con 19 puntos y Jaume Lobo con 18. Al descanso se llegó con 37-35, y al final 77-80.
Desolación, caras muy largas, lágrimas... Pero esto es deporte y solo queda que levantarse y volver a armar un proyecto para una nueva intentona.
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Hasta ayer, el Grupo Ureta Tizona había convertido el peso de ser un recién llegado en una ventaja. Con esa etiqueta se había colado en la Final Four, no dejando que le afectase nunca la presión ni dando muestras de debilidad. Sin embargo, ayer fue muy distinto y en la primera semifinal de la Final Four pagó la novatada. Perdió en el Madrid Arena con el anfitrión, el Movistar Estudiantes (86-62), tras 40 minutos en los que fue claramente inferior a su rival.
En el momento clave, el equipo dirigido por Diego Ocampo se quedó sin gasolina. Se le notó siempre demasiado nervioso en ataque y poco disciplinado atrás. De hecho, el de ayer fue su peor registro anotador del curso.
El Tizona no supo encontrar soluciones a una defensa colegial que fue el gran peso para decantar la balanza y conseguir el pase a la final. Durante la temporada regular, solo en una ocasión el equipo azulón no había alcanzado los 70 puntos y, de hecho, por números llegaba a este play off como el equipo más peligroso al promediar 89.6 puntos. Por ello, ganar a un rival de la talla del Estudiantes anotando solo 62 es prácticamente imposible.
Eso sí, la amarga despedida de la temporada no debe empañar la que ha sido una campaña de sobresaliente. Aunque la matrícula de honor se haya quedado a solo dos victorias, es imposible reprochar nada al Tizona. No se puede hacer porque ayer, aún sin acierto, los jugadores se dejaron todo sobre la cancha. Arnau Parrado y Mario Saint-Supéry jugaron lesionados y, de hecho, el segundo fue el que más lo intentó en ataque -con 12 puntos- por parte de un Tizona que, casi por primera vez desde su lesión, echó de menos a Joe Cremo. Ninguno de los dos escoltas estuvieron finos: Demetric Horton solo anotó un triple (y ya) y Gerard Jofresa, que para colmo acabó lesionado de un tobillo y con amplios gestos de dolor, solo fue capaz de lograr cuatro puntos sin conseguir acertar un solo triple de los cinco que intentó.
(Las dos crónicas completas, en la edición impresa de este domingo de Diario de Burgos o aquí)