El Burgos vuelve a la normalidad en el ámbito del trabajo y es que la temporada en Segunda comienza el jueves con el duelo entre el Granada y el Albacete. Los blanquinegros jugarán el domingo a partir de las 19,30 contra el Cartagena en El Plantío. «Tenemos ganas de que llegue la competición», comentó Jon Pérez Bolo, entrenador del equipo, tras el partido ante el Racing de Santander en Medina de Pomar.
El conjunto castellano ha jugado seis amistosos en los que ha logrado tres victorias, ha encajado dos derrotas y ha empatado otro choque. Ya advirtió el técnico bilbaíno que el primero de los objetivos en esta campaña era llegar de la mejor forma posible a este debut. «Nos faltará algo para estar del todo bien y al cien por cien, pero hemos hecho un buen trabajo y llegamos en un estado de forma bueno y con las cosas claras. Tenemos que mejorar en muchos ámbitos, pero creo que el equipo está preparado», explicó Bolo.
Uno de los aspectos que destaca del vestuario es «la ilusión» e insiste en que durante todo el verano sus futbolistas han mostrado «ganas de trabajar y han estado muy receptivos en todo». Sabe que el trabajo es la única receta válida para alcanzar las metas que se han puesto, por lo que apuesta por seguir de la misma manera. «Esto no ha hecho más que empezar. Comienza lo bueno y ya habrá puntos en juego. Queremos sumar de tres en tres desde el primer día», declaró.
Las sensaciones que ha transmitido el equipo en los amistosos han sido positivas por norma general. El Burgos ha sido capaz de crear ocasiones de peligro, aunque le ha costado acertar. También ha habido errores puntuales a la hora de defender, aunque lo cierto es que la defensa está aún por completar y ha sido la línea en la que Bolo ha tenido menos efectivos de la primera plantilla.
Por norma general los rivales han sido de nivel y los blanquinegros se han visto las caras con tres 'primeras', un equipo de Segunda y dos de la Primera RFEF.
Cuatro-cinco fichajes. Al puzzle blanquinegro le faltan varias piezas para completarse y parece que alguna puede llegar esta semana antes de que se dispute la primera jornada liguera. Por lo menos deberán aterrizar en el vestuario cuatro futbolistas, o incluso cinco. «Los jugadores que vengan de haber entrenado con sus equipos son más fácil de acoplar porque están en forma y solo hay que trabajar con ellos lo táctico y qué queremos que hagan. Los que vengan que hayan entrenado por su cuenta también habrá que trabajar el tema físico y les costará un poco más. La intención es que todo el mundo vaya cogiendo la forma lo más rápido posible», explica el entrenador.
La línea defensiva es la más despoblada. Por el momento Jon Pérez Bolo solo cuenta con dos centrales -Aitor Córdoba y David López-, un lateral derecho que puede jugar de central, -Anderson Arroyo-, un lateral izquierdo -Florian- y con Raúl Navarro, que puede actuar en los dos laterales, aunque las circunstancias hace que en estos momentos haya jugado los últimos encuentros como centrocampista.
Así las cosas, por lo menos se deben incorporar dos centrales y otro futbolista que pueda jugar por uno de los carriles, con preferencia de que sea el izquierdo. En estos momentos el cuerpo técnico tiene los jugadores justos en la retaguardia, aunque también cuenta con Hugo Pascual, un joven futbolista que ha rendido a un gran nivel esta pretemporada y que si nada cambia estará en la convocatoria del primer encuentro liguero.
La dirección deportiva quiere reforzar el centro del campo. En el eje de la medular también hay carencias, más con Miguel Ángel Atienza lesionado. El madrileño deberá estar en el dique seco hasta finales de agosto como poco, motivo por el que Raúl Navarro está jugador de mediocentro. Acaba de llegar Morante, aunque por el momento parece que no está en las condiciones físicas óptimas como para jugar como titular.
A esta posición se puede adaptar David González y en algún amistoso ha ocupado esta plaza. También es miembro de la plantilla Saúl del Cerro, que suele actuar como pivote defensivo. Michu esta buscando un perfil diferente a los que ya hay y sigue peinando el mercado para encontrar la pieza que mejor se adapte.
Por último, tampoco está descartado que llegué un delantero centro más. La intención es que sea un jugador de área, un rematador que pueda convertirse en el mejor aliado de los jugadores de banda que tiene el equipo burgalesista. En estos momentos el mercado está complicado en esta posición, como suele suceder todos los años. Los goles se pagan, son un bien preciado y todos los equipos están buscando lo mismo.
Salidas. Esta hoja de ruta es válida si ninguno de los integrantes de la plantilla sale. Si alguno cambia de aires antes de que concluya el mes de agosto debería tener de inmediato un sustituto. Los nombres que más suenan son los de Appin, Sancris y Espiau. No es seguro que vaya a salir ninguno de los tres, pero tampoco se puede descartar, porque son tres futbolistas que han suscitado el interés del mercado.
En el caso de que no sigan en el Burgos la intención de Michu es la de fichar a un jugador que ocupe su puesto, por lo que se sumaría a los cuatro o cinco que deben incorporarse para completar la plantilla.
La dirección deportiva está preparada para cualquier escenario. Sabe que llega una etapa en la que pueden suceder muchas cosas y que los movimientos pueden llegar en cualquier momento, ya que el final del mercado se va acercando.