Parte de la junta directiva de la Federación de Hostelería vio ayer en directo la declaración institucional del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en la que anunció el cierre de bares y restaurantes, durante la reunión mantenida con el delegado de la Junta, Roberto Sanz. Un encuentro que se produjo después de que los empresarios se unieran para salir a la calle el pasado viernes contra el fin de sus negocios, que desde el jueves a las 22 horas se verán obligados a bajar sus persianas por un periodo de 14 días naturales, salvo en lo que se refiere a comida para llevar y servicio a domicilio.
El runrún de las últimas jornadas hacía prever la medida, que no por ello cayó de nuevo como un jarro de agua fría principalmente por la falta de un programa de apoyo al sector que contemple ayudas directas. «Este es un nuevo secuestro de la actividad a cambio de prácticamente nada porque no se ha puesto encima de la mesa ningún plan de salvación», subrayó el presidente de la patronal, Fernando de la Varga, quien insistió en que «se ha condenado» al colectivo y avanzó que, al igual que las anteriores limitaciones, esta también será recurrida ante los tribunales, si bien precisó que por el momento no han tenido contestación.
De la Varga aseguró que la noticia del cierre ha provocado «demasiada tensión y malestar en el sector», con voces dentro del colectivo que piden dimisiones políticas, y avanzó que la entidad continuará con las movilizaciones «siempre de carácter pacífico». No obstante, no quiso dar más detalles al respecto porque, tal y como ocurrió con la concentración de la semana pasada, los «siguientes movimientos» deberán acordarse entre los miembros de la junta directiva.
En cuanto al Plan de Choque por el Empleo anunciado también ayer por Mañueco y dotado con 73,4 millones en ayudas, que, según informó la Junta, contará con «medidas en favor de la actividad productiva y el empleo, muy específicamente de la hostelería», el representante de los empresarios se mostró cauto y prefirió esperar a leer «la letra pequeña» del documento. No obstante, precisó que una de las soluciones pasa por «créditos a coste cero, que es más de lo mismo, y habrá que ver en qué condiciones y cómo vienen avalados». En cualquier caso, se preguntó qué empresarios van a poder hipotecarse cuando «no ven viables sus negocios» y reivindicó «ayudas directas» en línea a las del Gobierno alemán «porque sin ellas esto no tiene salida y estamos hablando de cerca de 20.000 personas afectadas entre la capital y la provincia», además de otras muchas actividades económicas que están directa o indirectamente vinculadas a la hostelera.
Herramienta útil. El presidente de la patronal hizo también hincapié en una medida extremadamente necesaria para el sector ante el obligado cierre. «Si no se nos autorizan los ERTE por fuerza mayor, esto va a ser la gran hecatombe», subrayó (...)
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