Los truenos de la tarde noche del viernes ya presagiaban que el tiempo no iba a dar tregua y que el bochorno volvería a acabar en otra tromba de agua, como finalmente sucedió ayer por la tarde. No duró demasiado, pero fue lo suficientemente intensa, como para provocar problemas en la circulación por distintas zonas de la capital, caídas de algunas ramas de árboles e inundaciones en algunas viviendas, merenderos e, incluso, el agua llegó a entrar en alguna empresa del polígono de Villalonquéjar y en el céntrico Mercado Norte, según informaban desde el Parque de Bomberos de Burgos que tuvieron una tarde ajetreada, aunque sin situación de gravedad, puntualizan en todo caso.
Hasta el cierre de esta edición, las salidas de los bomberos acumulaban más de dos centenares, concretamente 22, la mayor parte de ellas en la capital, pero también a la provincia, como a la localidad de Palacios de Benaver, donde el agua se metió en alguna vivienda y también vino abajo parte de una de las paredes de la tapia del convento de la comunidad religiosa que reside en el pueblo
En cuanto a la capital burgalesa, la mayoría de las salidas se produjeron para achicar el agua en varias calles, fundamentalmente de en la zona del barrio de San Pedro de la Fuente y La Isla, pero fueron muchas las calles en las que las alcantarillas no dieron a basto y los charcos fueron bastante importantes, dificultando no solo la circulación de las personas sino de los vehículos que tuvieron que extremar su velocidad para no sufrir choques de proximidad.
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