El alcalde de Regumiel de la Sierra se ha puesto al frente del Comunero de Revenga con la firme intención de no perder otro año con este complejo recreativo, desaprovechado hasta el punto de que los bungalós nunca se han llegado a estrenar. José Luis Vázquez ha llamado a capítulo a los más de 20 concejales de los 3 ayuntamientos -están también Canicosa y Quintanar- para que en dos fines de semana visiten las instalaciones y tomen conciencia de «lo que tenemos» y del enorme potencial que albergan.

Personalmente, el alcalde capitulante del Comunero (el puesto se ocupa por turno rotatorio) aboga por encontrar un único gestor para el bar-restaurante, el albergue y los bungalós. «Una empresa o una familia arraigada en la zona que se haga responsable de la concesión de todos los servicios», de tal manera que puedan estar operativos de cara a la próxima primavera o el verano como muy tarde.

En la actualidad, ya se ha encargado una memoria a un arquitecto para que evalúe las obras y la inversión necesaria en el edificio principal para cumplir las normas de accesibilidad y poder reabrir el albergue del piso superior, que cuenta con unas 60 camas. La instalación de un ascensor rondaría los 90.000 euros, a los que se suma el coste de dotar a la primera planta de nuevos aseos. «Los que hay no son suficientes», añade Vázquez, que considera que son cifras totalmente asumibles y que existe margen suficiente de tiempo para poder sacar la concesión y aprovechar el verano de 2021. «Por intentarlo que no sea», apunta esperanzado.

El restaurante, que ha estado cerrado este verano, y el albergue en el segundo piso. - Foto: F2Estudio

Entre las posibilidades que baraja está la de ofertar en el pliego una concesión a largo plazo o una renta de arrendamiento más baja que se compense con la realización de inversiones de mejora a lo largo de varios años en el complejo.

El bar-restaurante permanece cerrado desde octubre de 2019, cuando su anterior gestor renunció a la adjudicación. El coronavirus se interpuso en el contrato inicial, que salió por  7.320,5 euros anuales, IVA incluido, y 3 años, con opción a otros 2 de prórroga. Tras la renuncia de dos hosteleros y el relevo en la Alcaldía capitulante, que ostentaba Quintanar, se realizó una llamada a posibles interesados, ya entrado julio, por tan solo 300 euros de renta. Los hubo, explica el alcalde de Regumiel, pero consideraron que para 3 meses «no merecía la pena» traer unas cámaras y montar una cocina nueva, pese a que el resto del local se encuentra en perfectas condiciones y los baños están recién reformados.

En estos días se han procedido también a cambiar el tejado del edificio que alberga la caldera de los bungalós, que en el proyecto inicial estaba diseñado en madera y que el clima serrano ha deteriorado antes de que se puedan estrenar estas cabañas. Al parecer, la obra se terminó ya 4 años pero nunca llegó a ser recepcionada por el Comunero de Revenga debido a discrepancias surgidas con la constructora. Falta el equipamiento de los bungalós y la instalación de las cocinas, mientras que las clases concebidas como Aulas de la Naturaleza sí están amuebladas. Una inversión también razonable en opinión de Vázquez.

El Crucero restaurado. - Foto: F2Estudio

Sin campaña de excavaciones en el poblado. Por no haber, este año no ha habido ni campaña de excavaciones arqueológicas en el extenso yacimiento del Comunero de Revenga, pese a que sí estaba prevista antes del coronavirus. De hecho, fue uno de los proyectos que recibió subvención de la Diputación Provincial de Burgos dentro de la convocatoria anual habilitada para estos proyectos, concretamente 15.870 euros. Las limitaciones impuestas por la pandemia llevaron al equipo a posponer a 2021 las continuación de las investigaciones sobre el terreno en el poblado anexo a la necrópolis, habitado durante la Alta Edad Media.

Mientras, expertos de la Universidad de Barcelona realizan en sus laboratorios para la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León un estudio de caracterización sedimentológica de los materiales procedentes de las campañas anteriores, lideradas por la doctora Karen Álvaro.

Sí se ha acometido la obra de restauración del crucero del siglo XVIII, uno de los elementos más característicos de este singular enclave, que luce renovado delante de la ermita. Las filtraciones y al movimiento de las piezas de piedra arenisca ponían en peligro su estabilidad. El Comunero de Revenga -que se financia con la venta de madera y las rentas del bar- han invertido cerca de 15.000 euros, con el visto bueno de Patrimonio.