Dos coleccionistas de arte con galería propia, Magalhães y Santos, compraron un cuadro del barroco español a una colección particular. A primera vista les pareció la obra de un gran maestro y con el barniz que traía pensaron en que perteneciera al barroco sevillano. Tras retirar esa capa al restaurar el lienzo, que estaba "perfectamente conservado", intepretaron que se trataba de una obra de la escuela madrileña. Después de hablar con varios expertos, intuían que podía ser de Antonio Pereda o de Mateo Cerezo El Joven. El pasado mes de noviembre el catedrático Enrique Valdivielso González, uno de los mayores expertos en la obra de Mateo Cerezo El Joven (1637-1666), confirmó que el cuadro era obra del pintor burgalés, uno de los artistas más importantes del barroco español del siglo XVII.

La autoría la defiende el experto al comprobar primero la iconografía (Cerezo firmó varios ecce homos), los tonos cromáticos del cuadro y la expresión del rostro, sobre todo la mirada, que incluye un puntito blanco, gesto característico de Cerezo. El lienzo no tiene firma, pero según Valdivielso pudo realizarse en torno a 1660.

Para presentar el cuadro en sociedad los galeristas han elegido la Catedral, dado que el pintor era burgalés. El Ecce Homo se expondrá en la capilla de los Condestables, donde el Cabildo posee un Cristo ('Cristo de la agonía') de grandes dimensiones del mismo autor, hasta el 19 de mayo. El templo gótico tiene además otra obra del maestro en su colección: 'Francisco de Asís y el ángel con la ampolla', conservado en el museo catedralicio