Endesa presentó hoy ante el Gobierno la solicitud formal de cierre de la central térmica de Compostilla, ubicada en el municipio berciano de Cubillos del Sil, según informaron fuentes de la compañía. En paralelo a la solicitud, Endesa presentó un plan de futuro destinado a compensar los efectos del cierre, con una inversión de unos 240 millones de euros que se destinarán a instalaciones solares fotovoltaicas que sumarían hasta 300 MW de potencia.
En ese sentido, entre las medidas concretas para el desarrollo de actividades económicas y generación de empleo en la zona de la central, la compañía también propone usar las instalaciones de la planta como almacén central de logística de los parques eólicos. Además, la compañía impulsará un programa a fin de que agentes públicos y privados puedan presentar otras alternativas viables para generar proyectos de inversión y creación de empleo en el propio emplazamiento de la central o en sus zonas aledañas.
Según informó Endesa, la central térmica seguirá operativa hasta el 30 de junio de 2020, fecha en la que entrarán en vigor los nuevos límites obligatorios de emisiones establecidos por las autoridades comunitarias y en la que, por tanto, deberá dejar de producir.
En cuanto al empleo, el plan de futuro respetará los puestos de trabajo de los 166 empleados de la central y dará “total prioridad” a la contratación de trabajadores de las actuales empresas auxiliares en las actividades de cierre y desmantelamiento de la planta, que se prolongarán durante un periodo aproximado de entre cuatro y seis años, y que generarán alrededor de 130 empleos, con puntas de hasta 200.