Cada otoño se hacen notar y han elegido el mismo barrio. Una nueva temporada los estorninos optan por reunirse al atardecer en los árboles de la avenida de Castilla y León, entre la rotonda del centro comercial Camino de la Plata y la plaza María Cruz Ebro, donde provocan un ruido ensordecedor y defecan en las aceras, el carril bici y el mobiliario urbano, lo que provoca suciedad y malos olores.
Los vecinos y negocios de ambos lados se quejan de esta situación que dura entre un mes y medio y dos meses y urgen una solución que podría pasar por la poda de los árboles o la instalación de ahuyentadores como se ha hecho en otras ciudades pero trasladaría el problema a otro barrio de la ciudad.
El área de Medio Ambiente ha optado por una solución más conservadora que pasa por hacer limpiezas profundas a primera hora de la mañana para evitar que los excrementos unidos a las hojas caídas formen una pátina y el olor sea nauseabundo. Sin embargo, este extremo no soluciona la suciedad que acumulan los coches aparcados o el mobiliario urbano. «Lo dejan limpio pero luego vuelve a estar igual», se queja un vecino.
El presidente de la comunidad de vecinos de Río Vena, Jesús Molleda, comprende que la instalación de ahuyentadores puede ser una solución pero «llevaría el problema a otro barrio». Sin embargo, reconoce que «el olor es terrible». Si es cierto que este año están limpiando todos los días pero el problema está ahí».
La propuesta que realizan los residentes es que el Ayuntamiento pode las ramas de los árboles, lo que serviría para que no estuvieran tan al abrigo. «Las ramas están muy cerca de los bloques y se meten por las ventanas. No pueden abrirlas ya que se meten los bichos».
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