La Comisaría de la Policía Local de Burgos, que comparte ubicación con el parque de Bomberos al final de la avenida de Cantabria, se inauguró a finales de 1985. Han pasado 36 años de aquello y en todo este tiempo no se han llevado a cabo grandes obras de mejora. Hasta hoy. El Ayuntamiento tiene a punto un proyecto de modernización del inmueble que afectará directamente al ciudadano, pues se modificará la entrada principal y el área de atención al público para asuntos administrativos. Si los plazos previstos se cumplen, debería estar listo en un par de semanas.
La concejala de Seguridad, Blanca Carpintero, explica que las previsiones iniciales habían estimado una inversión de 150.000 euros para un mero lavado de cara de la Comisaría, pero finalmente la intervención será más ambiciosa y se irá hasta el entorno del medio millón. Concretamente, 450.000 más el IVA. "Cuando hemos avanzado en la redacción del proyecto hemos visto que era necesario incluir nuevas mejoras, llevar a cabo unas obras pensando en los próximos 20 años porque en varias décadas apenas se ha hecho nada en ese edificio".
El objetivo es separar las zonas de labor policial con la meramente administrativas, a las que necesita acceder el ciudadano para realizar los trámites y que quedarán agrupadas en la planta baja, evitando el actual trasiego hacia los pisos superiores que tanto problema generó durante la fase más dura de la pandemia de covid. Además, se transformará la entrada de forma que se ejecutará un porche, se construirá una nueva garita, se garantizará la accesibilidad y habrá "una mejor atención al público", un objetivo en el que Carpintero incide.
A la espera de conocer los detalles cuando la documentación esté lista, la concejala apunta que no solo habrá modificaciones en el aspecto físico exterior del edificio, sino también en sus 'tripas' tecnológicas con la incorporación de conexiones informáticas más potentes y nuevas cámaras de vigilancia.
Todo ello deberá quedar amparado por una partida económica que figuraría en el presupuesto del próximo año. El Ayuntamiento pretende dejar aprobado antes de que acabe el año un documento que por ahora sigue en fase de borrador y que establecerá las prioridades y actuaciones clave para el último año completo de la legislatura municipal, puesto que hay elecciones en 2023.
Ahí debería entrar en juego la remodelación de la Comisaría. Con el proyecto ya en la mano y a la espera de conocer sus detalles, no es previsible que las obras duren más allá de unos pocos meses, pero antes habrá que sacarlas a concurso y adjudicarlas. De nuevo es Blanca Carpintero quien subraya la voluntad política de ejecutarlo en 2022: "En su día el edificio de la Policía Local y Bomberos fue un referente, pero se había hecho viejo con el paso del tiempo y necesita una mejora que ahora queremos llevar a cabo".
Aquella mudanza del 85. El traslado de las dependencias de Bomberos y Policía Local al extremo norte de la entonces avenida General Vigón fue visto con cierto recelo en la ciudad. Aquella ubicación estaba en las afueras de las afueras y, acostumbrados a ver a la policía en la calle del Carmen o a los bomberos en la avenida del Cid resultaba demasiado lejana para realizar trámites como pagar multas, presentar denuncias o ir a buscar objetos perdidos.
La mudanza, sin embargo, acabó resultando un éxito con el paso del tiempo pues permitió a ambos departamentos municipales disfrutar de unas instalaciones amplias y funcionales que ahora, más de treinta años después, ya van pidiendo una modernización a gritos.