Demanda comunicada

P.C.P. / Belorado
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Sor Isabel recoge en el Juzgado de Paz de Belorado la notificación de desahucio, que ya tienen 5 monjas del convento beliforano, donde asegura que no vive nadie más «de forma estable». Otras 2 están en Orduña

Francisco Canals (i.), sor Isabel de la Trinidad/Laura García de Viedma y Florentino Aláez, ayer en Belorado. - Foto: Alberto Rodrigo

La exabadesa de las clarisas de Belorado considera una «buena noticia» la notificación de la admisión a trámite de la demanda de desahucio del convento de La Bretonera, interpuesta por el Arzobispado de Burgos hace dos meses. Ayer recogió en el Juzgado de Paz de este municipio la documentación, que ya tienen 5 de las religiosas excomulgadas por la Iglesia Católica. A otras dos les será remitida al Monasterio de Orduña, donde residen en la actualidad, según confirmó la lideresa del cisma.

Sor Isabel de la Trinidad (nombre dentro del convento; Laura García de Viedma, muros afuera) y sus compañeras celebran este trámite judicial en la medida que les acerca al Derecho Civil y les aleja de unas leyes canónicas por las que no quieren ver «dominadas ni condicionadas» sus acciones, según explicó ayer su jefe de prensa, Francisco Canals, que junto con el abogado Florentino Aláez atendió a este periódico en la Plaza Mayor de Belorado.

El decreto de admisión de la demanda prevé que la Guardia Civil identifique a las «personas ignoradas» que residan en el convento, además de las hermanas cismáticas y el grupo de 5 monjas mayores a las que cuidan y que la Diócesis de Burgos considera las legítimas integrantes de la comunidad monástica de Belorado y las únicas que residen legalmente en el monasterio.

La exabadesa negó que viva nadie más con ellas, pese a las noticias que sitúan a otro falso obispo, el brasileño Rodrigo da Silva, como inquilino habitual de La Bretonera y nuevo faro espiritual de las monjas sedevacantistas. «Nunca hay alguien de forma estable», sostuvo García de Viedma. «Es una hospedería abierta, hay familias, hay amigos, la gente entra, está un día o dos, y se va», subrayó. Por eso, a su juicio carece de «sentido» que la Guardia Civil se persone allí para identificar a nadie. «Estaban diciendo que si había alguien viviendo de forma estable y eso no es así», recalcó.

Según informó la Diócesis de Burgos, el decreto de admisión concede un plazo de diez días para contestar la demanda, una vez notificada, y concede la posibilidad de celebrar una vista el 19 de diciembre de 2024. Además, fija para el 23 de enero de 2025 la práctica del lanzamiento en el caso de no comparecer el demandado en legal forma, lo que no parece que vaya a ocurrir, puesto que las religiosas excomulgadas están dispuestas de defenderse.

Por otro lado, aunque trató de esquivar a los profesionales de Diario de Burgos a su llegada al juzgado de paz de Belorado, acompañada en coche por un empleado que sigue fiel a las monjas cismáticas, sor Isabel de la Trinidad salió tranquila, habló por primera vez cara a cara con este periódico y hasta rio cuando hablaba del nuevo chocolate que preparan y que quieren bautizar como RqueR.

«Estamos haciendo las primeras muestras. ¡Ya lo probarán!», exclamó para explicar que el solo anuncio ya ha despertado interés, pese a que aún no lo han empezado a producir. «Es un proyecto a corto plazo para las Navidades. Esperemos que no lo paralicen», apuntó Canals, para quien el argumento resulta claro. «Si tienen tantas deudas tendrán que dejar que trabajen para pagar esas deudas, un derecho que tienen como ciudadanas civiles», en vez de asfixiarlas económicamente.

Sin embargo, García de Viedma reconoció un problema con la materia prima. «Tenemos muy poco, muy poquito chocolate, porque precisamente hay deudas con la persona que nos suministra, que es muy buen amigo. Pero al no haberle pagado lo anterior, que tendría que haberlo hecho la comisión gestora, estamos un poco atrapadas», asumió la exclarisa y líder de las cismáticas ante DB.

(Más información sobre el desahucio y el nuevo chocolate, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos o aquí)