La unión hace la fuerza y eso lo saben de sobra las asociaciones culturales de la comarca que se han juntado para trabajar por sus pueblos. Lo hacen, sobre todo, a través de un grupo de WhatsApp con 100 personas, aunque se han reunido en varias ocasiones para compartir sus experiencias. En total, unas 50 agrupaciones que proyectan formar una federación que represente sus intereses, facilite la cooperación y potencie su impacto en el territorio.
El germen de esta iniciativa se remonta a los primeros días de la pandemia, cuando la necesidad unió fuerzas y Manuel Martínez, presidente de la Asociación Dios Baco de Baños de Valdearados, decidió apelar a otras agrupaciones para ayudar a los consultorios de la zona. Aquel esfuerzo inicial no quedó en una anécdota. Años después, el grupo ha seguido vivo y creciendo. «Ahora somos unas 50 asociaciones en contacto, compartimos materiales, organizamos actividades conjuntas, gestionamos subvenciones…», explica Manuel.
La idea de constituirse como federación cobra cada vez más fuerza, aunque no está exenta de dudas. «La idea gusta, pero también da miedo. Todos compartimos los mismos problemas, y juntos podemos tener más fuerza», admite Javier Mateo, de la Asociación la Olma, de Santa Cruz de la Salceda.
Uno de los puntos que más valoran está en la posibilidad de contratar actividades de forma conjunta para reducir costes. Para ello, en muchas ocasiones varias organizaciones acuerdan traer una misma actuación para los diferentes pueblos y así obtener mejores precios. «No podemos pagar 1.700 euros por una artista. Pero si este gira por varios pueblos, nos hace descuento y sí lo podemos asumir», comenta Elba Aparicio, de la Asociación La Carrasca de Nava de Roa.
Sin embargo, esta solución, en algunas ocasiones puede generar discrepancias, puesto que repetir demasiadas veces la misma actuación pueda resultar negativo. «Traer al mismo artista a todos los pueblos puede ser contraproducente. Queremos variedad, que no sea siempre lo mismo en todas partes», matiza Mateo, quien añade que la solución puede estar en organizar una «rueda» de espectáculos que recorra la Ribera con una programación diversa y coordinada.
Además del ahorro económico, la colaboración ha traído beneficios formativos. «Hemos tenido reuniones didácticas sobre subvenciones, seguros, organización… Todos aprendemos de todos», explican. Precisamente, el tema de las subvenciones supone una de las principales preocupaciones de estas agrupaciones. «Te dan el dinero tarde, te exigen justificar el triple de lo que recibes, y muchas veces no puedes incluir gastos fundamentales», comenta Leonor de Diego, de la Asociación Condegalindo de Torregalindo.
A pesar de todo, el grupo sigue adelante. La colaboración, afirman, no debe perderse. «Sólo unidos podremos seguir haciendo cultura».