Llegó el momento. La empresa Castilla Termal ya ha comenzado con los trabajos de conversión del Palacio de Avellaneda, ubicado en la localidad ribereña de Peñaranda de Duero, en un hotel de cinco estrellas. Según detalla a este periódico el presidente de la firma, Roberto García, las obras avanzarán "significativamente" durante el verano y, a partir de septiembre, esperan "acelerar aún más el ritmo". Todo ello con la mirada puesta en el verano de 2025, momento en el que esperan inaugurar y abril al público su nuevo establecimiento, en el también conocido como Palacio de los Condes de Miranda.
García destaca que tienen previsto poner en marcha una inversión de 18 millones de euros dentro de un proyecto que contempla la creación de 78 habitaciones, con una zona termal amplia, jardines, espacios de restauración y hasta un pequeño huerto. En el plano laboral, estiman que esta iniciativa "contribuirá a la creación de aproximadamente 80 puestos de trabajo", lo que, a su juicio, "representa una importante oportunidad de empleo para la comunidad local".
En cuanto a las fases de las obras, el presidente de Castilla Termal precisa que se están acometiendo "en múltiples frentes simultáneamente para asegurar un avance rápido y eficiente". Ahora bien, durante el mes de julio mantendrán algunas zonas del palacio, declarado BIC con la categoría de monumento desde el año 1923, "accesibles y visitables para que tanto los habitantes de Peñaranda de Duero como los turistas puedan seguir disfrutando del lugar".
En lo que respecta a la piscina del Palacio de Avellaneda, se prevé su readaptación al contar con "unas vistas espectaculares hacia el castillo" de la localidad ribereña.
Pasos intermedios. En estos últimos meses, a la espera de recibir la licencia de obra, tanto la empresa como la Junta de Castilla y León han dado algunos pasos. Así, desde la Consejería de Cultura detallaron que los bienes con relevancia histórica que se encontraban en las zonas exteriores del Palacio de Avellaneda, la joya renacentista del municipio, se han trasladado al Museo de Burgos. Entre ellos se hallan restos de capiteles y columnas.