Las cifras de motoristas que han fallecido en las carreteras en los últimos años comienzan a ser alarmante. Desde 2016 el número de muertos no baja de los dos y en los últimos dos ejercicios se han alcanzado los cuatro. Burgos es una provincia donde centenares de amantes de las dos ruedas se desplazan para realizar rutas por trazados que, en ocasiones, requieren de cierta pericia, como es el caso de Las Merindades, donde se han producido la mitad de estos siniestros. El problema no es exclusivo de este territorio, por eso la Dirección General de Tráfico ha planteado una serie de medidas que sirvan para reforzar la seguridad y la formación.
Según explica el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, a día de hoy se está trabajando en una gran batería de propuestas que sirvan para reducir la cifra de fallecidos de los últimos años. No obstante, el proyecto gira en torno a tres pilares básicos. El primero son los cursos de formación obligatorios para todos aquellos que, a partir de que entre en vigor la normativa, quieran conducir motocicletas de menos de 125 centímetros cúbicos tras cumplir tres años del carné de conducir. «A día de hoy cualquiera que tenga esa experiencia del permiso B puede coger una moto. La idea es que tengan que superar una prueba práctica para poder hacerlo», defiende.
Las otras dos medidas tienen que ver con la seguridad de los motoristas. La primera con la obligación de llevar un casco integral en todas las vías interurbanas. «Nos hemos dado cuenta de que muchas de las muertes de motoristas y accidentes graves se producen por traumatismos a la altura del mentón», puntualiza Galán. El resto de protecciones de la cabeza serían aptas para los núcleos urbanos.
La segunda sería la obligatoriedad de llevar guantes por razones muy similares. Asimismo, más allá de medidas obligatorias, se prevé incentivar otros elementos de seguridad como el uso de chalecos con airbag incorporado, que reducen considerablemente el riesgo de sufrir lesiones graves en caso de caídas. Del mismo modo, sigue en la mesa de debate la posibilidad de retirar quitamiedos, aunque el jefe provincial de Tráfico recuerda que esta cuestión excede de sus competencias. «Al menos, que se estudie la posibilidad de eliminarlos en zonas donde hay mucha afluencia de motoristas», propone.
Cabe recordar que la Dirección General de Tráfico comenzó hace cuatro años una campaña de mejora de la seguridad para los motoristas con la mejora de la señalización de los cien tramos más peligrosos de España en base a la siniestralidad. En Burgos, solo el Portillo de La Sía, en la comarca de Las Merindades, está incluido en el listado. Se trata de un cartel en el que se advierte a los amantes de las dos ruedas de la peligrosidad del trazado para que presten una atención especial a más de dos kilómetros.
Desde colectivos de motoristas, como el Motoclub Burgos Sport, se han impulsado medidas de concienciación para que los usuarios reciban más formación y haya más concienciación. Entre otras cosas, advierten de que hay quien todavía se cree que la carretera es un circuito y desconocen los riesgos que entraña.