Las licencias concedidas a finales de año a promociones en el suelo del desvío, como el edificio Zenit o las torres Duo, ha contribuido a que 2023 cerrara con datos muy positivos para el sector de la construcción civil, sobre todo en lo que se refiere a la edificación de obra nueva. El Colegio de Arquitectos de Burgos tramitó el pasado ejercicio un toral de 545 visados de vivienda de nueva planta en la capital de la provincia, de los que 261 se gestionaron en el último trimestre del año. El crecimiento porcentual respecto a 2022 se situó en el 16%, según las cifras aportadas por la institución.
El pasado no fue el mejor año de la década para la obra nueva. En 2021 la cifra de visados de viviendas de nueva planta se situó en 703 en Burgos capital, récord en los 10 últimos años. En 2019 se alcanzaron los 689, mientras que en el ejercicio anterior a ese el número se situó en 606. Hay que recordar que la edificación tocó fondo en Burgos en 2013, cuando tan solo se iniciaron los trámites para levantar 54 nuevas casas en la ciudad. A partir de ese momento, y paulatinamente, el sector fue mejorando sus cifras.
Ha sido en el sprint final del año cuando Burgos capital ha visto cómo la edificación de obra nueva tomaba impulso, ya que el propio Colegio había detectado a lo largo del año una ralentización en el ritmo de tramitación de los visados.
El buen 2023 en la capital no fue tal en el alfoz, donde la edificación de vivienda nueva cayó de forma estrepitosa, nada menos que un 58%, al pasar de 72 visados a tan solo 30. La fiebre por comprar unifamiliares que se inició durante la pandemia parece que ha empezado a decaer un poco. Ahora está surgiendo otra alternativa, la de las terrazas amplias. El presidente del Colegio lo apuntaba hace pocas fechas en este periódico: «Vemos que es un modelo que empieza a funcionar. Antes se apostaba por un cerramiento generalizado de un espacio que no tenía un gran tamaño, pero la idea actual permite prolongar la vida de la vivienda hacia el exterior y disfrutar de esas terrazas», indicaba Javier Achirica.
En Aranda de Duero la construcción de casas de nueva planta también sufrió un retroceso el pasado ejercicio, en concreto del 24%. Si en 2022 el Colegio registraba 115 peticiones de visado el pasado año la cifra se quedaba en 87. Miranda de Ebro experimentó un incremento, aunque muy modesto y con números muy bajos. Un total de 29 viviendas nuevas se iniciaron en la pasada anualidad, frente a las 25 de 2022, lo que supone un crecimiento porcentual del 16%. En el resto de la provincia la construcción de nuevos domicilios cayó un 12%, de 303 a 244.