Pasear por la playa, leer un libro o estar en compañía de seres queridos forma parte de esa anhelada satisfacción que todos buscamos. Madrid acoge por segundo año el II Congreso Internacional sobre la Felicidad, una iniciativa del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, que en esta ocasión dirige el escritor y divulgador científico Eduardo Punset, bajo el lema La felicidad es más si se comparte.
¿Y por qué un encuentro sobre este singular tema? El organizador del evento, Carlos Chaguaceda, presidente de dicho instituto, señala que «la felicidad es una preocupación de los seres humanos en general y también de los españoles». Y pone como ejemplo que la Constitución de 1812, La Pepa, ya recogía hace 200 años en su artículo 13 que «el objetivo del Gobierno es la felicidad de la nación».
Aunque ya no se sabe si éste continúa siendo el fin del Ejecutivo, sí al menos el de la mencionada institución. El evento, que tendrá lugar hoy y mañana, responde a la vocación de Coca-Cola de «compartir» la experiencia de cada vez más profesionales, como médicos, escritores o divulgadores científicos, con la sociedad española, que «quiere aprender de estos temas». Y precisamente esta segunda cita gira en torno a la experiencia de «compartir» como principal motivo de felicidad. «Todos los especialistas en el tema destacan la necesidad de celebrarlo con los seres queridos para llegar a ese estado», añade el presidente del instituto.
Punset abrirá la primera jornada del congreso con una conferencia cuyo título da buena cuenta de su tesis: La felicidad es la ausencia de miedo. Pero junto al popular divulgador científico, director del programa Redes, estarán sentados otros grandes de sus respectivas especialidades, como son Luis Rojas Marcos, profesor de Psiquiatría en la Universidad de Nueva York y autor de diversos libros sobre el tema; Rafael Matesanz, fundador y director de la exitosa y ejemplar Organización Nacional de Trasplantes; o Juan Luis Arsuaga, catedrático de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid y codirector de los yacimientos de Atapuerca, que disertará sobre El cielo son los otros. La evolución social.
Pero también habrá rostros más vinculados con la felicidad, como el de Matthieu Ricard, monje budista, fotógrafo y escritor. Doctorado en genética molecular en el Instituto Pasteur, Ricard terminó su tesis doctoral en 1972 para después abandonar su carrera científica y concentrarse en el budismo tibetano. Vive en Nepal y es asesor personal e intérprete de francés del decimocuarto Dalai Lama, Tenzin Gyatso. En abril de 2007 fue considerado el hombre más feliz del planeta, tras años de estudio de su cerebro mediante resonancias magnéticas en el laboratorio de Neurociencia de la Universidad de Winsconsin.
PROYECTOS SOCIALES. Los participantes tendrán la oportunidad de conocer el testimonio personal de Sor Lucía Caram, monja contemplativa del Convento Santa Clara de Manresa, galardonada con el Premio Juan XXIII por la Paz. La religiosa propugna la sencillez de las pequeñas cosas a través de los numerosos proyectos sociales que ha impulsado, como el Mosaic de Salud Mental, dirigido a dar respuesta a las necesidades sociales, de ocio y tiempo libre, de inserción laboral y comunitaria de las personas con problemas de salud mental y adicciones, el Grup de Diàleg Interreligión de Manresa, la Fundació Sos Tucumán y la Fundació Rosa Oriol.
Este congreso supone la continuación del que se realizó en Madrid en 2010, al que asistieron más de 1.200 personas. Entonces contó con la participación del primer ministro de Bután, el honorable Jigmi Thinley, cuyo país mide cada año la Felicidad Interior Bruta, del cardiólogo Valetín Fustert y uno de los supervivientes del famoso accidente aéreo de los Andes en 1972.