No es más que un mero trámite administrativo dentro del sinfín de pasos que debe completar la actualización del proyecto de A-12 entre Ibeas de Juarros y Burgos, pero no quita que su cumplimiento es una buena noticia. La Demarcación de Carreteras de Castilla y León Oriental tiene previsto aprobar de forma inicial los nuevos planos de este segmento de autovía dentro de 15 días. Así se lo transmitieron el jefe de este organismo, Javier Fernández Armiño, y el subdelegado del Gobierno, Pedro Luis de la Fuente, al alcalde de Ibeas de Juarros, José Ignacio Colina.
El visto bueno provisional es el primer avance palpable para esta infraestructura desde que el Ministerio decidiera rescindir el contrato de construcción con la UTE Joca y Ocide. La exigencia de un cuantioso modificado nada más adjudicarse los trabajos en 2016 paralizó la obra hasta que Fomento optó por cancelar el contrato en 2021. Ahora el Ministerio de Transportes se afana en actualizar el proyecto, para lo que dará el primer paso a finales de este mes. Una vez se valide de forma inicial se abrirá el plazo para la presentación de las alegaciones: el Ayuntamiento de Cardeñajimeno ya ha adelantado que reclamará un acceso hasta su municipio y otro para el complejo del Parque Tecnológico. Cuando se resuelvan todas ellas se aprobará de manera definitiva y podría arrancar el proceso de expropiaciones -en caso de ser necesarias de nuevo-. Es imposible cuantificar el plazo necesario para solventar esta cuestión, aunque nada hace indicar que se pueda resolver este 2024.
El regidor de Ibeas de Juarros confirma que su Consistorio ve con buenos ojos el proyecto que le presentó Carreteras, y que recoge importantes novedades con respecto al elaborado en la primera década del siglo. Este recogía que la autovía, desde su enlace en Castañares, iba ejecutada a 8 metros de altura para salvar, entre otros, el complejo militar de Castrillo del Val. El enorme movimiento de tierras previsto (tres millones de metros cúbicos, lo que equivale a 600.000 trayectos de camión), encarecía y dificultaba una obra de 4,2 kilómetros de trazado y 3,3 kilómetros de viales.
Pues bien, el documento que está en poder de Carreteras contempla su construcción a cota cero, es decir, al mismo nivel que la N-120. Los pasos inferiores proyectados antiguamente y que cruzaban la autovía (caminos agrícolas, carreteras secundarias o de servicio...) se transformarán ahora en superiores. Los 83,7 millones por los que salió a licitación en 2016 serán a más que los que costará ahora a las arcas públicas este tramo.