Comenzaron el pasado 28 de septiembre y seguirán hasta el próximo 6 de noviembre. Entre estas fechas, en la calle Donantes de Sangre hay por las mañanas un pequeño grupo de personas concentradas en la acera que da al colegio Jesús María. Allí rezan el rosario, leen textos religiosos y hablan entre ellos junto a una imagen de la Virgen de Guadalupe. Son voluntarios de la iniciativa internacional denominada '40 Días por la Vida' que se propone «buscar soluciones pacíficas a la violencia del aborto», una práctica que en España está regulada por ley desde hace muchos años. La ubicación de estos oradores no es casual ya que enfrente de su 'sentada' se encuentra la Unidad de Atención a la Mujer (UAM) de la Gerencia de Atención Primaria, a la que denominan «abortorio». Un portavoz de este grupo informal -insiste en que no están vinculados a ninguna asociación sino que cada uno participa de forma individual- explicó que se colocan allí porque es donde se prescribe la anticoncepción de emergencia, también conocida como 'píldora del día después'. Uno de los participantes añadió «que ahí les dan el papel para que vayan al hospital a abortar».
Su objetivo es «rezar por la vida», para lo que hay que inscribirse on line y comprometerse a cumplir lo que llaman 'declaración de paz': buscar soluciones pacíficas «a la violencia del aborto», mostrar compasión «y reflejar el amor de Cristo al personal de empleados, voluntarios y clientes del abortorio», entender que actuar de manera violenta o dañina les desasocia «inmediata y completamente de la campaña», no estar asociados «de ninguna forma con el abortorio o sus filiales mediante empleo, medio de comunicación, voluntariado, clientes, ni en ningún otro aspecto», no promocionar ningún partido político ni realizar «proselitismo de ningún tipo».
(Más información en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos)