Burgos solo limitará las despedidas si lo pide la hostelería

D. ALMENDRES / Burgos
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La capital es un destino residual y el sector no teme un efecto llamada ante las medidas tomadas por León, Logroño o Salamanca para evitar la masificación de un turismo que no resulta interesante para los grandes núcleos urbanos

Burgos solo limitará las despedidas si lo pide la hostelería - Foto: ALBERTO RODRIGO

D. ALMENDRES / BURGOS

Hace tiempo que las despedidas de soltero son una incómoda piedra en el zapato para los principales destinos de un tipo de turismo que no resulta atractivo para las administraciones públicas puesto que se vinculan a molestias, ruido y a una mala imagen de las ciudades. 

Burgos es una alternativa aún residual para estas celebraciones y se mantiene ajena a los pasos dados por otros ayuntamientos para limitarlas.La capital juega con la ventaja de ver cómo se desarrollan los acontecimientos en otros lugares y solo llegado el momento actuará siguiendo esos ejemplos.

Y es que núcleos cercanos ya han tomado la iniciativa para controlar este tipo de turismo.Asumiendo que no se pueden recortar los derechos y libertades de las personas, sí se endurecerán algunas normas básicas para favorecer la convivencia.

Salamanca es uno de los destinos preferidos de toda España y ya modificó su normativa para aumentar el control sobre este tipo de reuniones. Consiguió alejarlas del centro y algunas localidades cercanas se especializaron con el paso de los años en acoger este turismo.

Ahora es el turno de otras ciudades que arrastran este problema, como son León y Logroño. Ambas capitales cuentan con una Ordenanza de Convivencia Cívica que profundizará en la importancia de regular el ruido -uso de megáfonos, por ejemplo-, la prohibición de exhibir artículos de índole sexual o la limitación de los disfraces explícitos fuera de los espacios reservados para las actividades. En el caso de Málaga, donde también tramitan la modificación de su normativa, las sanciones alcanzarán los 750 euros.

Burgos no tiene una ordenanza específica relacionada con la convivencia cívica, pero el concejal de Turismo, Carlos Niño, se muestra abierto a actuar llegado el caso y tomar el ejemplo de las ciudades afectadas. Eso será si la hostelería muestre su descontento por el perjuicio que pudiera causar un incremento de las despedidas.

«Por el momento no tenemos ninguna notificación o queja relacionada con esta posibilidad. En el momento en el que eso ocurra lo estudiaremos», zanja Niño. «Si se convierte en un problema, y así nos lo transmiten en tal caso, tomaremos las medidas que sean oportunas», añade el edil, para remarcar el escaso margen de maniobra de las administraciones para poner coto a cierto tipo de celebraciones. 

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