La letalidad de la covid-19 ha bajado un poco más en el HUBU en esta segunda oleada de la pandemia, en la que coincide que los pacientes infectados por el SARS-CoV-2 son más jóvenes que en primavera y, sobre todo, que la mayor disponibilidad de camas ha permitido ingresar a las personas con complicaciones de la enfermedad del coronavirus, la covid-19, en una fase menos grave de lo que se hacía en marzo, abril e incluso en mayo. Todo ello, unido a un mayor conocimiento de la patología y su manejo, ha permitido al complejo asistencial de la capital sacar adelante a más del 85,4%de estos pacientes. Es decir, desde el comienzo de la pandemia hasta ahora el HUBUha perdido a 143 de sus 975 enfermos de covid-19, lo cual equivale al 14,6% del total.
Hace tres meses, el porcentaje de letalidad en el hospital de Burgos era del 16%. La bajada es discreta, pero sigue ubicando al complejo asistencial a la cola de la Comunidad en este sentido, ya que todavía es el centro público en el que menos pacientes con coronavirus fallecen durante el ingreso (siempre en proporción a las hospitalizaciones).
Los dos últimos lo hicieron el miércoles, un día negro para el complejo, que llevaba meses sin certificar más de una defunción por covid-19 en el mismo día. Otra evidencia de que la situación se complica, aunque mucho más despacio de lo que lo hizo en la primera fase. De hecho, en las dos primeras semanas de estado de alarma fallecieron en el HUBU 20 pacientes, que son más de los que han perecido este verano en los tres hospitales de la provincia (14). La diferencia es significativa y reveladora de que la situación de septiembre, aun siendo compleja, nada tiene que ver con la vivida en marzo.
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