Una caja fuerte para el cereal

R.E. MAESTRO / Burgos
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La ampliación de los seguros agrarios se multiplica por 12. Se ha aumentado en 189.618 hectáreas la contratación inicial -de invierno- para protegerse del pedrisco y los incendios ante las buenas perspectivas. En 2023 solo se realizó en 15.477

El cereal muestra estos días un estupendo color en la provincia burgalesa y se espera una buena cosecha. - Foto: Alberto Rodrigo

Las grandes expectativas de los agricultores burgaleses con la cosecha de esta campaña se demuestra con la cantidad de tierras que se han asegurado para protegerse frente al pedrisco y a los incendios. El año pasado solo se amplió la cobertura en la provincia a 15.477 hectáreas debido a que la sequía evidenciaba una cosecha nefasta, mientras que para este 2024 la cifra se ha multiplicado por doce hasta alcanzar las 189.618.

El prometedor estado del campo ya se observaba en el mes de mayo y por ello desde que se abrió el plazo para realizar el módulo complementario -que permite ampliar la cobertura de lo que ya se tenía contratado anteriormente- se comprobaba que los seguros se iban a disparar. Ahora ya ha finalizado el periodo para poder realizarlo y, como suele ser habitual, la mayoría de los agricultores han esperado hasta el último momento para cerrarlo. Así, ese incremento de tierras aseguradas se traduce en un aumento -de un año a otro- de 12 millones de kilos de cereal a 219.

Los profesionales del sector han subido en esta ocasión -de media- 1.200 kilos por hectárea sobre lo que ya tenían firmado en el módulo de invierno. «El Ministerio les permite asegurar hasta un tope, que varía en función del término municipal, y ahora hay 189.618 hectáreas que se han aumentado y están por encima de lo marcado; es una pasada, viene un cosechón», asegura José Ignacio García Barasoain, director territorial de Agroseguro de Castilla y León.

Respecto al módulo P, de primavera, que sirve para todos aquellos que no lo habían realizado en invierno y que es el que permite cubrir solo el pedrisco y los incendios, ha pasado de 51.574 hectáreas a 49.700. Pese a que en este apartado se detecta un descenso, la razón se encuentra básicamente en que en el módulo de invierno -que se pudo contratar hasta el 20 de diciembre del 2023- se ha notado una subida mucho más importante al pasar de 347.900 hectáreas hasta las 356.000. «En Burgos aumenta la superficie con respecto al año anterior, la gente se asegura el de todo riego y empieza a dejar solo el de pedrisco e incendio», explica García Barasoain.

Estos resultados se repiten prácticamente a lo largo de toda la Comunidad y eso habla de que el tiempo ha acompañado bastante después de que en las dos campañas anteriores la falta de lluvia mermase la producción. «Todas las provincias suben en una proporción tremenda», expone García Barasoain sobre la mayor contratación que se ha llevado a cabo de módulos complementarios.

El año pasado a estas alturas no había ninguna esperanza de obtener una cosecha decente y a eso se sumaba que el granizo había golpeado ya a muchos pueblos burgaleses. Por ahora, como aseguran desde Agroseguro, apenas se han registrado partes por pedrisco en la Comunidad y no se han sufrido grandes daños en el campo. De hecho, el año pasado se tuvieron que abonar en la provincia de Burgos un total de 45 millones en indemnizaciones al cereal, 32 por la sequía y otros 11 por el pedrisco debido a las 347.531 hectáreas de trigo y cebada que quedaron arrasadas.

La campaña pasada solo se recogieron en la provincia 840.000 toneladas, una de las peores cifras de la historia, y en este momento las previsiones iniciales hablan de que se puede llegar a duplicar la producción. La imagen ha cambiado por completo y los agricultores vuelven a sonreír. Las cosechadoras ya calientan motores y en tan solo unos días comenzarán a adentrarse en las tierras.