Da la impresión de que ha pasado una vida entera desde que el Hereda San Pablo cruzó el 'charco' para disputar y ganar la Copa Intercontinental en Buenos Aires (Argentina). Parece que aquello ocurrió en una realidad paralela, pero lo cierto es que la conquista del título por parte de los burgaleses fue muy real y sucedió hace hoy exactamente dos años. El mundo a sus pies, titulaba Diario de Burgos en sus páginas tras ganar al Quimsa en la final.
Las circunstancias del club han cambiado mucho desde entonces y, aunque pudo levantar de nuevo el título en El Cairo (Egipto) en 2022, este año se encuentra muy lejos de aquellos sueños hechos realidad.

En esta edición, será el Lenovo Tenerife el representante europeo en la Copa Intercontinental, una posición bien merecida después de haber tomado el relevo del San Pablo en la Basketball Champions League. Tras dos temporadas de dominio azulón, los canarios conquistaron la edición 2021/22 y ahora aspiran a proclamarse el mejor equipo del mundo del baloncesto FIBA, algo que ya han logrado en dos ocasiones (2017 y 2020).

Aparte de la condición de favorito que siempre ostenta el equipo europeo, el Tenerife será el anfitrión del torneo y, por tanto, tendrá un plus en el apoyo de la grada. No obstante, no puede despistarse y un ejemplo bien claro lo tiene en la última edición, cuando el Flamengo brasileño le dio un repaso al San Pablo en la gran final.

El conjunto dirigido por Txus Vidorreta ya se está preparando para afrontar su primer escollo en su camino al trofeo. Se medirá el viernes -22.00 horas- al US Monastir tunecino, campeón de la Basketball African League, mientras que ese mismo día en la otra semifinal se cruzarán el Rio Grande Valley Vipers, ganador de la Liga de Desarrollo americana y filial de los Houston Rockets, al Sao Paulo brasileño, campeón de la Basketball Champions League de las Américas. Los que salgan ganadores de esos encuentros jugarán el domingo a las 20.00 horas la final.