La VI Feria de las Tapas Mirandesas incluida en la programación de las fiestas patronales está en el aire. Su continuidad depende ahora de la voluntad de los cinco hosteleros apuntados para esta edición, a quienes se comunicó ayer que no podrán cocinar en las carpas que el Ayuntamiento de Miranda coloca en la calle La Estación para esta iniciativa, prevista inicialmente para el día de la patrona, el 12 de septiembre.
La Concejala de Fiestas, Montserrat Cantera, explica que las carpas se usan el resto del año para otras actividades, por lo que la responsable considera que realizar las tapas bajo techo pueda dañarlas y que otras entidades saldrían perjudicadas. Como alternativa, la edil propone que «pueden llevarlo hecho», aunque eso dependerá de lo que opinen los protagonistas.
El departamento municipal organiza la feria con la ayuda de la asociación de hosteleros, donde su presidente, Pepe Rey, indica que primero deben valorar la imposición para después decidir. «Seguramente digamos algo el miércoles», avanza el representante, quien lamenta el cambio de criterio de este año, porque en otras ediciones reivindica que se ha cocinado y también alude a otros eventos en los que afirma que el Ayuntamiento sí que lo permite.
Otro punto por aclarar y que también puede causar polémica pasa por el horario de las txoznas. Cantera indicó a este medio su intención de adelantar el cierre la noche del jueves al viernes, ya que así se había acordado con los vecinos al ser laborable al día siguiente. El año pasado el tope cuando esto ocurría se puso a las dos de la mañana y la responsable recalca que «no se va a llegar a esa hora y el resto de los días se pondrá el límite que permita la ley», promete, con la referencia de 2023 cuando la actividad la detenían a las tres de la mañana. Los hosteleros por ahora no valoran la medida.