Las movilizaciones por el bloqueo de la negociación por el convenio sectorial de las fábricas de azúcar y levadura han llegado hoy a Miranda. En torno a medio centenar de trabajadores se han reunido para reivindicar mejoras laborales en la entrada de la planta de Azucarera, aunque, como avanza Federico Muñoz, miembro de CCOO que ha estado en la mesa de negociación con la patronal, "si esto no llega a buen puerto, se tomarán medidas más drásticas para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo". Desde UGT, Benigno Pérez, quien también ha estado en los encuentros con las empresas, añade que están "valorando el hacer huelgas cuando empiecen los procesos de molturación de remolacha e incluso convocar un Sima porque ellos rompieron las negociaciones".
Según apunta Pérez, aunque las negociaciones comenzaron en febrero, fue en julio cuando las empresas del sector "hicieron una última oferta y no iban a pasar de ahí". Por eso han optado por iniciar esta ronda de movilizaciones "con un calendario que abarca todo septiembre y parte de octubre para visitar todos los centros". Si bien es cierto que, como explica Muñoz, "en los incrementos salariales" se logró acercar posturas con las compañías del sector, aclara que las diferencias ahora están relacionadas con "la intransigencia de la patronal a reconocer la pérdida de poder adquisitivo que se arrastra del anterior convenio, que se acerca al 10%, y el no incluir una cláusula de revisión salarial que evite lo que ha pasado con ese convenio".
Concentración en la planta de Azucarera en Miranda de Ebro. - Foto: A.B.Además, el representante de Comisiones Obreras concreta que "lo que faltaba era una paga de 500 euros, que podría llegar a 1.200 en caso de que hubiera beneficios, pero la patronal no está de acuerdo y lo único que ponía era una paga que estuviera ligada a la presencia en los puestos de trabajo". En este sentido, remarca que los empleados del sector han "arrimado el hombro" y han "estado ahí" durante las "épocas de vacas flacas", por lo que ahora "que las empresas tienen beneficios" creen que deben "repartirlos entre los trabajadores".