Vamos menos al médico, pero hay más saturación

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
-

La crónica falta de efectivos explicaría esta paradoja. Las bajas y jubilaciones que se producen no se sustituyen y el trabajo de esos facultativos es asumido por los que quedan

El centro de salud de Las Torres, la semana pasada. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Si se leen los datos estadísticos con los que Sacyl explica la actividad que se ha producido en las consultas de Atención Primaria en la provincia de Burgos a lo largo de 2023 es posible que surjan muchas dudas. En el documento de indicadores sanitarios que ha hecho público recientemente a través de su portal de transparencia se analizan la presión asistencial -que es la media de pacientes al día atendida por cada tipo profesional (Medicina de Familia, Pediatría y Enfermería)- y la frecuentación, denominación que se da a la media de visitas por paciente que un profesional recibe en un año. ¿Y qué es lo que se encuentra con respecto a la Medicina de Familia? Que los burgaleses son los que menos van al médico de toda Castilla y León, 6,03 veces al año, solo por delante del área de salud de Valladolid Oeste (con 5,99) pero, a la vez, la presión de sus facultativos está más de un punto por encima de la media de la comunidad autónoma (29,71 pacientes al día por médico frente a 28,46).

Esta aparente paradoja -pacientes no excesivamente frecuentadores y médicos bastante más desbordados que sus colegas de otras provincias- se puede explicar por la falta de efectivos, que ya es una enfermedad crónica en la atención primaria burgalesa. Las jubilaciones que se han producido en los últimos años no están siendo cubiertas como sería necesario, una práctica que ya se venía haciendo con las bajas por enfermedad desde hace más de una década, y ante la ausencia de estos profesionales son los compañeros que quedan quienes atienden al cupo (número total de pacientes que tiene un médico) de los retirados y los que están enfermos. Sacyl ha intentado salvar esta situación con la contratación de médicos sin MIR, práctica que sigue realizando a pesar de las duras críticas que ha recibido por parte del colectivo. El verano pasado la gerente de Atención Primaria, Mónica Chicote, reconocía en estas mismas páginas que tomaba esta decisión «que no es la ideal» porque la alternativa es «cerrar centros de salud».

(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos)