A pesar de llevar solo un lustro como afiliado de carné del Partido Popular, quien lleva encadenando dos mandatos como alcalde de Villalba de Duero suma ahora a sus responsabilidades públicas el cargo orgánico de presidente en la comarca. Su bagaje político arrancó en 2007 como concejal de Solución Independiente en su localidad natal, con un largo paréntesis lejos del Ayuntamiento, hasta que en 2019 regresó a la primera línea bajo las siglas del PP.
Ahora da el salto a la primera línea de la directiva orgánica del PP en la Ribera, encabezando un cambio que sigue las pautas marcadas en toda la provincia.
¿Cómo se define como político?
Creo que soy un hombre de consenso, no es cuestión de lo que yo diga como presidente autoritario. Al final, un prisma hay que verlo desde todos los puntos de vista, si no vas a perder colores. He pedido el apoyo de la gente, el trabajo y la lealtad para ver ese prisma desde los diferentes puntos de vista, yo no vengo a imponer criterios. Solo tengo una idea fija que es coser el tejido que hay en Aranda en torno al partido que, por unas circunstancias o por otra, tenemos que armar, tenemos que ser cercanos. Empieza una nueva etapa en la que el trabajo que tenemos que desarrollar tiene que ser de consenso, unidad y fortaleza.
¿Cómo le llegó la propuesta de encabezar el PP ribereño?
Fue hace pocos días, por una llamada del presidente provincial, Borja Suárez, al cual yo quiero agradecer la confianza que deposita en mí, al igual que la Dirección Provincial. Me llamaron a una reunión para analizar una situación que ya habíamos hablado de manera informal muchas veces, ellos apuestan por dar un cambio en una nueva etapa en Aranda. Entiendo y comparto que es una decisión acertada el dar un impulso a la Ribera y, sobre todo, a Aranda de Duero porque venimos de perder unas elecciones y tenemos que dar un revulsivo al proyecto del PP en Aranda y en la Ribera que es una de las comarcas más importantes no solo de Burgos sino de Castilla y León y requiere un impulso fuerte dentro del partido.
Se necesita un revulsivo en Aranda y la Ribera»
¿Qué PP se encuentra? ¿Cuál es el punto de partida?
Tenemos dos escenarios. Uno a nivel comarcal, en los pueblos donde el Partido Popular es la fuerza hegemónica, donde gobernamos en la mayoría de ayuntamientos y gobernamos con alcaldes y alcaldesas muy buenos y muy bien preparados. Tenemos ejemplos claros en Roa de Duero o en Moradillo de Roa. El otro escenario es Aranda de Duero, donde las elecciones del 2023 lanzaron un mensaje al Partido Popular y el Partido Popular entiende el mensaje de la sociedad. Hay que adaptarnos porque la gente demanda otras necesidades. Hemos entendido perfectamente el mensaje que nos dejan los ciudadanos de Aranda en las urnas y nos ponemos manos a la obra.
Ahora le toca recoger el testigo de manos de Raquel González, que ha decidido dar un paso a un lado, según sus propias palabras.
Es un legado de 12 años con muchísimas cosas positivas, prueba de ello es que todavía se está ejecutando y no hay nuevo sobre la mesa. A veces, el tiempo pone todavía más en valor las cosas que han hecho los anteriores, vamos a ponerlo en valor. También hay que agradecerle que ella misma haya recapacitado y que haya visto que es un buen momento para el cambio, estamos a primeros de año y que se trata de que se abra el debate sobre el cambio.
Hemos entendido el mensaje de los ciudadanos y nos ponemos manos a la obra»
En el plano comarcal, hereda algunos problemas, como la pérdida de la Alcaldía de Castrillo de la Vega o las denuncias contra la primer edil de Fuentelcésped.
En una comarca tan grande como la Ribera del Duero, que abarca más de 60 municipios, a veces hay situaciones complejas en cada pueblo. El tema de Castrillo de la Vega vino por unos problemas internos que los han gestionado ellos en la libertad que tienen los municipios, pero Jesús Mambrilla es un hombre que ha trabajado desinteresadamente por su pueblo, con mayor o menor acierto; el pueblo ha tomado otra decisión, se respeta y Jesús sigue trabajando. En el caso de Fuentelcésped, estamos pendientes de noticias, vamos a recabar todos los datos para tener una opinión formada.
La patata caliente está en el Ayuntamiento de Aranda de Duero, con la pérdida de un concejal al haber apartado a Virginia Martínez del grupo municipal popular.
Es un expediente que está abierto, se está tramitando en el Comité de Derechos y Garantías porque, al final, los partidos históricos en España son garantistas y hay que tramitar los expedientes con todos los pasos. No queremos hablar antes, no hay que saltarse pasos porque podemos cometer errores y hay que dar oportunidades a todo el mundo para que se explique. Es una situación incómoda porque hay que elegir entre dos responsabilidades públicas, porque te pueden llevar a ciertas incompatibilidades y callejones sin salida. El presidente provincial, Borja Suárez, ha pedido de nuevo a Virginia Martínez que entregue su acta y es cuestión de hablar las dos partes e intentar abrir un cauce de diálogo, de entendimiento y dejarnos de estridencias en la calle, de ruido de sables y de cosas que lo único que hacen es ruido.
Cristina Valderas es nuestra persona, no cabe ningún tipo de dudas»
En ese mismo escenario, lo que sí se ha ratificado es la figura de Cristina Valderas como cabeza visible en el Ayuntamiento arandino.
Lo decía mi propio presidente, es una apuesta de futuro. Cristina Valderas es nuestra persona, no cabe ningún tipo de dudas, es nuestra líder en Aranda de Duero, donde hay una situación complicada porque todos deseamos gobernar, pero a veces las urnas te colocan en la oposición y también te hacen reflexionar. Cristina es una persona dialogante, reflexiva y ha entendido el mensaje. Vamos a ser categóricos, ella está totalmente entregada al Ayuntamiento arandino y está desempeñando un papel muy bueno.
¿Eso es sinónimo de que será la próxima candidata a la Alcaldía de Aranda?
Cuando tú apuestas por alguien y a futuro, cuando no es una apuesta para esta semana, estamos hablando a futuro. Y cuando tú apuestas por una persona a futuro es porque piensas en ella como candidata.
Este cargo orgánico dentro del partido le va a servir para tener un mayor altavoz para reivindicar las necesidades de la comarca. ¿Cuáles serán sus caballos de batalla?
La gente que me conoce sabe que pocas veces me callo la boca y creo que aquí son claras las reivindicaciones. El Gobierno de España tiene una gran deuda a nivel de infraestructuras con esta comarca. Están haciendo metros con cuentagotas de la A-11, con la que llevan 40 años sin avanzar a penas. Y el tren, que yo creo que es capital, es una oportunidad que estamos perdiendo.