Lo números dicen que es el jugador más determinante del Mirandés. Es la punta de lanza, el estilete de los rojillos, que disfrutan de la situación más desahogada de la temporada, en gran parte, gracias a sus goles. Raúl García de Haro, jugador que llegó Anduva cedido por el Real Betis, es una pieza indispensable en el conjunto burgalés. El gol es el bien más preciado en el mundo del fútbol y al punta catalán le brota a borbotones.

Uno de los datos más reveladores de su importancia para la buena marcha del equipo es que en los 5 últimos partidos que ha conseguido ver portería -Albacete, Ponferradina, Lugo, Villarreal B y Oviedo- el equipo mirandesista ha sumado los tres puntos.

Ese juego alegre y dinámico que suele practicar el Mirandés en sus partidos encuentra la guinda en este joven de 22 años al que la Primera RFEF se le quedaba pequeña, por lo que el Betis le buscó un acomodo en la segunda categoría del fútbol nacional para que siguiera evolucionando. La maniobra de la entidad sevillana ha sido todo un éxito y en su debut en la Liga SmartBank se ha convertido en el segundo máximo artillero de la categoría, solo superado por el albanés del Granada Myrto Uzuni.

Es un futbolista que tiene su fuerte en la realización, pero que aporta en muchos más aspectos al colectivo. Sabe jugar de espaldas, disputar los balones aéreos, así como asociarse con sus compañeros.

Es un delantero completo, cuyo potencial se multiplica cuando entra en el área. Donde a la mayoría se le nubla la vista, él lo ve todo con una pasmosa claridad.

Letal en casa. Echando un vistazo a su estadística se puede decir que es un futbolista que crece al abrigo de la afición rojilla. 11 de las 12 dianas que ha conseguido esta temporada han sido en Anduva, lo que deja claro que se siente cómodo cuando juega como local. El único partido en el que marcó como visitante fue ante el Granada en la sexta jornada. Sirvió para poner el empate momentáneo en el marcador, pero el equipo acabó perdiendo.

La mejor versión del Mirandés siempre ha surgido en su estadio y ese buen juego colectivo ha ayudado a que Raúl García de Haro afine su puntería.