Hace unos días recogíamos en un reportaje algunas novelas de autores contemporáneos que habían encontrado en la provincia la inspiración necesaria para narrar su historia. Siguiendo con este recorrido por obras que entre sus páginas relatan o describen escenarios o personajes que nos son próximos, dedicamos ahora este viaje literario a aquellas escritas por algunos de los autores más clásicos y reconocidos a lo largo de la historia de la literatura. De Alberti a Delibes, de Zorrilla a Lope de Vega, o de Pérez-Reverte al Nobel Camilo José Cela. Todos, de alguna forma, se quedaron prendados de nuestra tierra y así lo reflejan en sus escritos.
Dentro de la muestra literaria de estas páginas no podían faltar algunos títulos que hacen referencia a la vida y hazañas del burgalés más universal, El Cid, y en los que aparecen algunos escenarios de la provincia. El Cantar de Mío Cid, escrita a comienzos del siglo XIII, comienza con Rodrigo Díaz de Vivar saliendo de su pueblo natal, Vivar del Cid, y narra su periplo al destierro, mientras avanza en dirección a la provincia de Soria. Arturo Pérez-Reverte conoció a este histórico personaje con 8 años, cuando rebuscando en la biblioteca familiar dio con La Leyenda del Cid, de José Zorrilla. A esa tierna edad ya quedó impresionado por el realismo del contenido de la obra del vallisoletano y empezó a crear en su cabeza su propio Cid, como recordó cuando presentó hace unos años Sidi, un relato de frontera. Tras un extenso trabajo de documentación, Pérez-Reverte muestra el paisaje por el que se mueve El Campeador con su mesnada, sus amigos y sus enemigos, narrando el primer año de exilio en aquel lugar fascinante y peligroso que fue la frontera del siglo XI, imaginando en sus páginas cómo pudo forjarse el hombre y cómo nació su leyenda y la de quienes lo siguieron al destierro y la guerra.
La provincia también es objeto de la trama de la comedia teatral La burgalesa de Lerma, de Lope de Vega, uno de los poetas y dramaturgos más importantes del Siglo de Oro español. La obra, cuyo primer acto arranca con la frase "¿Ésta es Lerma?", narra un malentendido amoroso a causa de celos que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo, en este caso articulado en torno a dos galanes, Félix y Carlos, que asisten a las fiestas de la villa ducal y caen prendados de los encantos de la noble dama Leonarda, a quien su hermano protege con ferocidad.
"¡Río Arlanza! ¡río Arlanza, / Que el florido campo pules/ Derramándote en holganza, / Tan frágil es mi esperanza / Como tus ondas azules!". La cita es del poeta vallisoletano José Zorrilla y en ella se refiere a Lerma, donde al autor paseó y al parecer se enamoró de una joven lermeña que terminó rechazándole. "¡Catalina!… tú, serena, / de llanto y de amor ajena, / ni oirás mi cantilena, / ni sentirás mi pasión", es uno de los poemas que Zorrilla le dedicó a la mujer.
Prendado de la provincia, sobre todo de Medina, quedó un joven Rafael Alberti en su viaje hacia Santander en 1925 y así lo reflejó en su obra La Amante. Aranda de Duero, Covarrubias, Lerma, Madrigalejo del Monte o la propia Medina de Pomar son algunas de las localidades que visita y de las que deja constancia, como se puede leer en este verso: "¡A las altas torres altas / de Medina de Pomar! / Al aire azul de la almena, / a ver si ya se ve el mar! / ¡A las torres, mi morena!".
El escritor gallego y premio Nobel de Literatura, Camilo José Cela, dejó testimonio de su paso por Burgos en Judíos, moros y cristianos, considerado el libro de viajes más popular de la segunda mitad del siglo XX. En él, refleja los paisajes de Castilla La Vieja y, en el segundo capítulo, Veinte leguas de Duero, recorre la zona de la Ribera, pasando, entre otros lugares, por Zuzones, Peñaranda de Duero, Aranda de Duero y Roa, que describe así: "A Roa se pasa por un puente de piedra de cinco ojos tirado a cordel sobre el río Duero".
El influjo burgalés en la obra de Delibes, retratista de nuestros paisajes y costumbres.
Capítulo aparte merece lo que el novelista vallisoletano Miguel Delibes dejó escrito sobre nuestra provincia, de la que se enamoró profundamente, como dejó escrito, en especial del valle de Sedano. Y es que la obra de Delibes casi no puede entenderse sin el influjo burgalés.
Es el autor que ha hecho de los pueblos de Burgos, sus paisajes y sus costumbres un relato, así que aquí, un simple reflejo de todo ello. En su libro Vivir al día así lo mostró: "Sedano es mi pueblo y no por la casualidad de haber nacido en él, sino por decisión deliberada de haberlo adoptado entre mil".
Entre sus obras, una de las que más rezuma Burgos es El disputado voto del Señor Cayo, también llevada al cine, donde se ha convertido en una cinta clásica. Está inspirada en un vecino de Cortiguera y aparece descrito todo su entorno.
En otros títulos, como Las ratas, Delibes ya habló del abandono rural. Escribió además numerosos ensayos de caza y pesca, textos a través de los cuáles se puede respirar nuestra tierra.