Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Excelente

10/10/2023

Desde hace una semana soy otro, muy otro. Me levanto con una ración de optimismo que no me cabe en el pecho. Me miro al espejo y veo que me han desaparecido las ojeras, las arrugas y hasta el papo indecente que asomaba bajo la barba. Salgo a caminar y noto que la gente me mira con cierta dosis de admiración. Normal: voy desprendiendo un aura de luz brillante y colorista que para sí quisieran hasta los santos más santos. Me siento en una terraza y siento enseguida miradas de pleitesía, respeto y sana envidia. Esos rostros boquiabiertos parecen, en su silencio, preguntarme cómo he conseguido tal grado de bienestar y felicidad y cómo soy capaz de trasmitirlo sin decir nada, sin hacer nada, tan solo como expresión de una belleza y una paz interior que marca mi existencia. ¿Qué ha sucedido?, ¿de dónde procede tal cambio, tiene explicación razonable o se trata de algo misterioso, sobrenatural?, ¿es posible que no lo haya experimentado hasta ahora y que me haya dominado un realismo pesimista? Hurgando, hurgando, dándole vueltas a la cabeza, repasando noticias y acontecimientos, buceando en sucesos, declaraciones, hechos, etc he llegado, por fin, a una conclusión clara y aceptable: mi situación y ánimo actuales nacen de una de las frases pronunciadas el pasado martes por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, durante su intervención en el llamado debate sobre el estado de la comunidad. Dijo, afirmó, aseguró: «Estamos consiguiendo una administración excelente para una comunidad excelente». He repasado esta expresión una y mil veces y creo que sí, que de estas palabras emanan mis maravillosas sensaciones actuales, desde la desaparición de las molestias físicas hasta la aparición de los signos luminosos de aspecto divino. Hagan ustedes la prueba. Deletreen varias veces excelente, así silabeando: ex ce-len-te, y verán cómo les cambia la percepción de la vida, el concepto que tienen de sí mismos. ¿Cómo hemos podido estar años y años sin saber que nos mima y acuna una administración «excelente»?¡Cuánto tiempo hemos perdido absurdamente!